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Manifestantes tailandeses reanudan una marcha por la ciudad
Policías y soldados no adoptaron acciones mientras los partidarios del derrocado primer ministro Thaksin Shinawatra, vistiendo camisetas rojas e insultando al Gobierno, se movilizaban en motos o furgonetas por la ciudad de 15 millones de personas.
Los manifestantes, que exigen la realización de nuevas elecciones, ocuparon el distrito de compras de la ciudad por cuarto día, mientras miles de policías se trasladaban al lugar y líderes cancelaban planes de recorrer la ciudad para evitar una posible confrontación.
Sin embargo, después de que quedó en claro que las fuerzas de seguridad no lograrían disolver la manifestación y después de que el Ejército prometiera "no tomar medidas duras", manifestantes realizaron un rápido cambio de sentido en un aparente esfuerzo por avergonzar al Gobierno y sorprender a las tropas con la guardia baja.
"A partir de ahora haremos una maniobra ofensiva", gritó a la multitud Nattawut Saikua, líder de los manifestantes. "Dejemos que nuestra gente (...) marche a todas las 11 rutas prohibidas inmediatamente", agregó.
Sin embargo, la campaña que no ha dado señales de apagarse no ha afectado el ánimo de inversores extranjeros, quienes desde el 22 de febrero han invertido más de 1.600 millones en la bolsa de valores de Tailandia. El martes fue festivo para la bolsa.
La acción de los manifestantes, dicen analistas, ilustra cómo el movimiento de protesta, en gran parte campesino, ha sido reforzado por la falta de acciones decisivas del primer ministro Abhisit Vejjajiva. Los manifestantes creen que su Gobierno es indeciso.
Abhisit enfrenta presiones para dar fin a la campaña de protestas que lleva 25 días, y la falta de acción del martes probablemente generará dudas sobre su liderazgo.
En un discurso en televisión, Abhisit reiteró su llamamiento a mantener la ley y el orden, aunque no entregó indicios sobre su próxima movida.
"Una vez más, la manifestación está cruzando la línea. Esta es una protesta ilegal", indicó. "Sabemos que la situación no es favorable. Intentaremos arreglarla", dijo el primer ministro.