Empresas y finanzas

Los presentes y los ausentes



    Miguel Ángel Mondelo y Virginia Zafra

    Madrid, 16 abr (EFECOM).- La presentación en la Bolsa de Madrid del Informe Económico del Presidente del Gobierno 2007 reunió hoy a lo más granado del mundo político y económico español, aunque los principales ausentes, los presidentes de la CNMV, Manuel Conthe, y de Endesa, Manuel Pizarro, concitaron tanta atención como ellos.

    La iniciativa, que José Luis Rodríguez Zapatero aspira a convertir en una "sana tradición", contó con la asistencia de ocho miembros del Ejecutivo y de los máximos representantes de diecinueve empresas del Ibex-35.

    Además de la inusual concentración de empresarios y altos cargos, la cita se esperaba con expectación (y cierto morbo) ante la posibilidad de que coincidieran en un reducido espacio los protagonistas de dos de los asuntos económicos de mayor actualidad: la pugna por Endesa y la controvertida dimisión del presidente de la CNMV.

    Sin embargo, la ausencia de Manuel Conthe, que declinó la invitación, impidió que se cruzara con el ministro de Economía, Pedro Solbes, quién habló del tema, y con el vicepresidente del supervisor bursátil, Carlos Arenillas, que también lo hizo.

    Lo mismo ocurrió en el caso de la pugna por Endesa. Manuel Pizarro no asistió y se perdió la ocasión de presenciar el evento junto a quién podría ser su sucesor, el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, y a su aliado, el presidente de Enel-Viesgo, Miguel Antoñanzas.

    A pesar de las ausencias -tampoco se vio a los presidentes del BBVA, Francisco González, de Repsol YPF, Antonio Brufau (de viaje en Argentina), y de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (también en el extranjero)-, la primera fila del sector reservado a los empresarios era de primer nivel.

    Sentados en sillas de tijera, a escasos metros de Zapatero, se podía ver a los presidentes de Telefónica, Cesar Alierta, del Santander, Emilio Botín, de ACS, Florentino Pérez, de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez, y de Sacyr, Luis del Rivero; además de al consejero delegado del BBVA, Ignacio Goirigolzarri, y al ya mencionado José Manuel Entrecanales.

    La presencia de Botín fue especialmente oportuna, ya que se trata de la primera aparición en público después de que el viernes se confirmara que el Santander está interesado en pujar por el banco holandés ABN Amro, operación que, ya de paso, recibió las bendiciones de Zapatero.

    También ocupaban puestos principales los presidentes de Ferrovial, Rafael Del Pino, PRISA, Jesús de Polanco, Indra, Javier Monzón, y el de la patronal CEOE, José María Cuevas, así como el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, y el director general de La Caixa, Isidre Fainé.

    Aunque los encuentros con más morbo no se concretaron, sí se produjeron otros bastante llamativos: José Manuel Entrecanales saludó a Carlos Arenillas, que suena como sucesor de Conthe y que, por tanto, algo tendrá que decir acerca de la opa sobre Endesa; y Fainé hizo un aparte con Alierta en el aperitivo posterior al acto.

    Las ausencias de Conthe y Pizarro vinieron bien a Zapatero, que no tuvo que luchar contra ellos para ganarse la atención de los medios, aunque Solbes y Arenillas fueron requeridos para analizar la situación en la CNMV.

    El presidente contó con el respaldo de ocho miembros de su gabinete: los dos vicepresidentes, María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes, además de los titulares de Industria, Joan Clos, de Trabajo, Jesús Caldera, de Fomento, Magdalena Álvarez, de Vivienda, María Antonia Trujillo, de Sanidad, Elena Salgado, y de Educación, Mercedes Cabrera.

    Tampoco faltaron su asesor económico, David Taguas, y el que fuera su antecesor y actual candidato a la alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián.

    Zapatero hizo su presentación de pie, frente a un atril, respaldado por Taguas y Solbes, y con los ansiados 15.000 puntos del Ibex-35 de fondo, cifra que muchos interpretaron como una de las victorias de la política económica del Gobierno que hoy se pretendía ensalzar.

    El presidente repasó la situación de la economía española y los retos a los que se enfrenta, y subrayó que su intención es que este acto "comprometa en el futuro" a sus sucesores "con independencia de su identidad política".

    Zapatero explicó que se trata de una iniciativa "de responsabilidad política" que favorece la calidad democrática y la transparencia. EFECOM

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