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PE pide acuerdos asociación prioricen desarrollo andinos y centroamericanos



    Estrasburgo (Francia), 15 mar (EFECOM).- El Parlamento Europeo (PE) respaldó hoy la inminente apertura de negociaciones de asociación y libre comercio de la UE con la Comunidad Andina y Centroamérica, aunque subrayó que el objetivo prioritario de los dos procesos debe ser propiciar el desarrollo socioeconómico de estas regiones.

    El pleno de la Eurocámara aprobó sendos informes con recomendaciones para las directrices de negociación que los Estados miembros de la UE deben dar a la Comisión Europea, que será la encargada de representar a la Unión en los dos procesos.

    Las conversaciones tienen como meta suscribir acuerdos sobre diálogo político, cooperación y tratados de libre comercio (TLC) y podrían arrancar a mediados de este año, según los planes de la Comisión.

    El PE hizo hoy hincapié en sus recomendaciones en la conveniencia de que los TLC se basen en "un trato especial, diferenciado y flexible en los plazos" de liberalización, que tenga en cuenta que las economías andinas y centroamericanas tienen un menor grado de desarrollo y son más vulnerables ante los cambios que la europea.

    Asimismo, destacó la necesidad de que promuevan la entrada de productos agrícolas de estas regiones en el mercado europeo y de que se proceda en cambio "con cautela" en la liberación del sector servicios -uno de las principales ambiciones de la UE ante las negociaciones- para no poner en riesgo su "acceso universal".

    "Es importante que no haya desequilibrios. Dada la asimetría entre las partes, Europa debe hacer más esfuerzos en las inversiones, en la ayuda económica al desarrollo, que en el comercio en sentido estricto", explicó a EFE el ponente del informe sobre la Comunidad Andina, el socialista español, Luis Yáñez-Barnuevo.

    Yáñez-Barnuevo reconoció que las perspectivas de la negociación con la región centroamericana son a priori más claras que con la Comunidad Andina, dada la difícil coyuntura que atraviesa esta última desde la salida de Venezuela y las dudas sobre la implicación en el proceso de los gobiernos de Bolivia y Ecuador.

    Pero consideró conveniente impulsar la negociación aunque sólo sea para no desairar las expectativas de los dos otros miembros de la comunidad andina.

    "Perú y Colombia son nuestros dos pilares. No vamos a castigar a los buenos alumnos", dijo Yañéz-Barnuevo, que recalcó, además, que "en la UE también hay dificultades".

    Afirmó al respecto que "no todos los miembros de la Comisión Europea" comparten el compromiso con el proceso de la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, y que, en el Consejo de la UE, ni el Reino Unido, ni los países del Este están tan implicados como "España, Francia, Alemania o Italia".

    Por su parte, el relator sobre Centroamérica, el también español Willy Meyer (Izquierda Unitaria Europea), se mostró en desacuerdo con la redacción final de su informe, enmendada por otros grupos, y acabó desmarcándose del mismo.

    "Mi informe ha sido desnaturalizado. Mi intención era que figurase como objetivo de la negociación el 'comercio justo' y no un Tratado de Libre Comercio", declaró a EFE Meyer, quien, antes de que se votase su texto, recomendó a los eurodiputados la abstención.

    Tanto el texto de Meyer como el de Yáñez-Barnuevo fueron, sin embargo, aprobados con amplias mayorías: 472 votos a favor, 30 en contra y 70 abstenciones, en el primer caso; 470 a favor, 29 en contra y 65 abstenciones, en el segundo.

    Por otra parte, los informes del PE reclaman que, a diferencia de lo que ocurre con las negociaciones en marcha entre la UE y el Mercosur, la conclusión los dos nuevos procesos no se supedite a la finalización previa de la ronda Doha de negociaciones multilaterales.

    Asimismo, piden a la Comisión que informe al Parlamento Europeo de la marcha de las negociaciones "si es preciso con carácter confidencial" y que se prevea la participación de la sociedad civil.

    Las recomendaciones de la Eurocámara en este área tienen valor político, pero no obligan jurídicamente a la Comisión ni a los Estados miembros. EFECOM

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