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Restricción comercio podría ampliarse a más especies marinas y maderas



    Ginebra, 28 feb (EFECOM).- La prohibición o restricción de la exportación de nuevas especies marinas y maderas tropicales podría aprobarse en junio próximo a propuesta de varios países que se encuentran alarmados antes la posibilidad de su extinción, dijeron hoy expertos de Naciones Unidas.

    Los Estados parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Flora y Fauna Salvaje en Peligro de Extinción (CITES) -administrado por Naciones Unidas-, se reunirán del 3 al 15 de junio próximo en La Haya, para adoptar decisiones sobre cada caso, indicó el secretario general de ese mecanismo, Willem Wijnstekers.

    Entre las 40 propuestas sobre la mesa, figura una de Brasil para la protección de las langostas blancas (conocidas también como de Cuba) y verdes, aunque sin prohibir su comercialización internacional, sino sometiéndolas a un control estricto basado en permisos emitidos por la Secretaría de la CITES.

    La argumentación brasileña apunta a que esos tipos de langosta han sido sometidos a una explotación comercial intensiva durante 50 años con fines de exportación, frente a los 4 años que requieren para alcanzar su total madurez.

    Un nivel de protección similar ha propuesto la Unión Europea (UE) para el tiburón espinazo, que alguna vez fue abundante en aguas templadas y que es especialmente vulnerable a la pesca intensiva por su baja tasa reproductiva, para el sardinero marrajo, cuya población ha descendido notablemente en el Atlántico Norte y el Mediterráneo, y para la anguila.

    Kenia, Nicaragua y Estados Unidos han planteado la prohibición total del comercio internacional del pez sierra, salvo en circunstancias excepcionales, debido a que su población ha caído el 90 por ciento por ser muy valorado en la medicina tradicional, mientras que los ejemplares vivos son buscados para los acuarios.

    En tanto, EEUU también ha pedido que se aplique el sistema de exportación con permiso de la CITES al coral rosado, el más valioso de su especie, con el fin de detener su grave declive.

    En materia de fauna, la UE ha pedido restringir el comercio de tres especies de palisandro, muy buscado para la fabricación de instrumentos musicales y que sólo crecen en los bosques pantanosos de Belice, así como en ciertas regiones de Guatemala y México, y cuya conservación está en peligro.

    Asimismo, los países comunitarios han pedido proteger el cedro de América del sur y central, una especie antes muy común en esos territorios, pero que se ha hecho cada vez más escasa debido a su tala intensiva.

    En ambos casos, la UE pide que las exportaciones dependan de la autorización de la CITES.

    La conferencia de los Estados parte de esa convención también tratará sobre el comercio de marfil, que está prohibido desde 1989, una medida que sólo se ha levantado en dos ocasiones desde entonces tras comprobarse que la población de elefantes se había recuperado.

    Ahora, Botsuana y Namibia proponen mantener a los elefantes de sus países, así como a los de Sudáfrica y Zimbabue, dentro de la protección, aunque con condiciones menos estrictas para futuras ventas, mientras que en la posición extrema están Kenia y Mali, que reclaman una prohibición total del comercio de marfil por 20 años.

    No sólo árboles y peces han captado la preocupación de los países, sino también animales como el perezoso de Bengala, las gacelas, algunos tipos de lagartos y los leopardos de Uganda.

    Brasil pedirá en la reunión de La Haya pasar de una prohibición estricta al nivel de restricciones al comercio de caimanes negros.

    El experto de la CITES, David Morgan, destacó que el peligro que enfrentaban especies como los tiburones blancos o los delfines, así como el marfil, haya sido el foco de la atención internacional en los últimos años no significa que no existan muchas otras especies que requieren protección internacional.

    Como ejemplo de que el sistema de la CITES funciona, mencionó que prohibiciones o limitaciones al comercio de especies como la vicuña, especie oriunda de los Andes, los cocodrilos o los elefantes, capturados a causa del marfil, han permitido su recuperación. EFECOM

    is/cs