Empresas y finanzas

Los resultados mundiales de Delphi ensombrecen la crisis española



    Ruth del Moral

    Madrid, 28 feb (EFECOM).- Los pésimos resultados de Delphi, conocidos esta madrugada, ensombrecen el futuro de miles de familias que trabajan en las fábricas que la compañía multinacional de componentes tiene en España.

    El fabricante estadounidense dejaba ver anoche los peores números rojos de sus 8 años de historia, tras independizarse de la multinacional General Motors (GM): 5.500 millones de pérdidas netas en el 2006.

    La reestructuración a nivel mundial que está llevando a cabo la empresa con el cierre de diferentes plantas en EEUU y en Europa ha abocado a la compañía a continuos números rojos.

    En España, el mal trayecto y pérdidas operativas de 150 millones de euros en los últimos cinco años, han provocado que hace una semana la dirección de Delphi anunciara el cierre de la planta de Puerto Real, donde actualmente trabajan 1.600 personas.

    Según la empresa Delphi, Puerto Real no fabrica productos "de línea esencial" y "la falta de contratos de negocios" ha provocado altos costes que "ya no pueden asumir".

    Lo cierto es que los más de 40 mil habitantes de este pequeño pueblo costero que tuvo que sobrevivir a una reconversión naval se han echado desde entonces a la calle para evitar el cierre, y con ellos sus mujeres.

    Gemma Guerrero es una de ellas, su marido José Antonio tiene 38 años y trabaja en la factoría de Delphi desde 1989, aunque no le hicieron fijo hasta 1996.

    Gemma contaba a EFE que "desde el año 93 la empresa va mal. Es el cuento del lobo que no te crees hasta que en un mes ves que esto se cierra." Gemma y José tienen tres niños (dos mellizos de 5 años y una niña de 7) y la pareja es solo un ejemplo de las cuatro mil familias afectadas por este cierre.

    "Nosotros al menos tenemos la juventud por delante pero la preocupación es la misma. Llevamos sin dormir una semana y los niños nos preguntan por qué vamos a la fábrica todos los días; para ellos es un día de campo pero nosotros no sabemos cómo vamos a salir adelante", señalaba.

    Pero no sólo la bahía de Cádiz se ve afectada por el plan de reconversión de Delphi, la americana tiene otras factorías en Cataluña (San Cugat del Vallés y San Vicenç dels Horts), Madrid (San Fernando de Henares), Aragón (Tarazona y Belchite) y Navarra (Pamplona).

    En todas ellas empieza a hacer mella la preocupación y hoy los trabajadores de Delphi Packard en Pamplona han pedido a la dirección "aclarar cuáles son los planes de futuro de su factoría".

    Esta fábrica también ha sufrido "vaivenes" a lo largo de sus diez años de historia y tras el anuncio de cierre de Puerto Real sus empleados se preguntan si el plan de trabajo que firmaron en mayo de 2006 les garantiza la actividad para los próximos 5 años.

    Desde la dirección de Delphi en España la compañía calla; el único anuncio oficial que hizo la empresa fue el del pasado jueves cuando hizo balance de sus pérdidas operativas.

    El presidente de SERNAUTO (la patronal de los fabricantes de componentes en España), Josep María Pujol, señalaba a EFE hace unos días que "esto es un plan, un puzzle que tiene que hacer la compañía, para ser más rentable e intentar sobrevivir en un sector muy competitivo, donde fabricantes chinos, indios o de países del Este están ganando terreno".

    Las tres cuartas partes del mercado de Delphi está en EEUU y en Europa. Ya en el año 2004 el fabricante de piezas y repuestos para automóviles anunció un recorte de 8.500 empleos para reducir costes, hoy, después de 3 años, esa reducción de plantilla afectará sólo en Norteamérica a 20.000 trabajadores.

    Además Delphi también está cerrando fábricas en el Viejo Continente, donde actualmente da empleo a 50.000 trabajadores. La dirección del grupo estadounidense trata de trasladar algunas de sus plantas a países como Rumanía o Polonia donde el coste de producción es más bajo.

    Los sindicatos españoles aseguran que es una "deslocalización premeditada" y en algunos sectores políticos se acusa a Delphi de trasladar máquinas de la fábrica de Puerto Real y que fueron subvencionadas con dinero de la administración autonómica, a otras plantas de países del Este.

    Lo cierto es que ya en enero de 2001 la multinacional de componentes anuncia la fusión de sus plantas de Olvega (Soria) y Tarazona (Zaragoza) y el cierre de la primera, donde trabajan unas 520 personas. Un año después otros 425 trabajadores de la planta de Belchite (Zaragoza) dejaron la compañía y Delphi trasladó la producción de estas factorías a Marruecos y Rumanía.

    Gobierno y Junta de Andalucía trabajan "intensamente" para paliar los daños que está dejando la multinacional desde que se implantó en España hace 25 años.

    Recientemente, la Junta andaluza firmó un plan estratégico para que la empresa gaditana sobreviviera hasta el año 2010 y el presidente autonómico, Manuel Chaves, está decidido a "hacer cumplir los acuerdos".

    Y es que este anuncio de cierre no es más que la crónica de una muerte anunciada: Delphi llegó a Puerto Real para "salvar" a su pueblo de una falta de producción de barcos, pero pasados cuatro años sus "rodamientos, suspensiones y direcciones" ya no van sobre ruedas.EFECOM

    rdm/jj