Noelia García madrid. Clara vocación humanística. Una universidad privada que no busca el beneficio. Así es la Universidad de Navarra. Fundada por san Josemaría Escrivá de Balaguer en 1952, la institución ha contribuido al desarrollo cultural y social de la ciudad. Su apuesta es la clave, contar con los mejores docentes para formar a los mejores profesionales. Cuentan con un proyecto de innovación docente que va desde modelos de aprendizaje integrado y aprendizaje-servicio, programas de formación, accciones de internacionalización, así como generación de contenidos de interés docente.¿Cómo han sido estos últimos años al frente de la universidad? Ha tenido mucha experiencia anterior en otros cargos como en el Decanato y en otros puestos de dirección en la universidad. ¿Ha habido mucho cambio desde que usted estudiaba aquí y llevaba el proceso de dirección de algunos edificios a estar ahora al frente de todo el campus?Ha habido muchos cambios, sí. Es verdad que he tenido mucha experiencia en la universidad, pero también en otras universidades, lo que me ha permitido comparar. He de decir que yo vine aquí a estudiar hace 40 años y por aquel entonces esta universidad era mucho más pequeña pero con proyecto, es decir, con ideas de cambio. Yo diría que hay muchas cosas que no han cambiado la identidad de la universidad. En la medida en que ha crecido y se ha hecho más fuerte, ha emprendido nuevos retos. De hecho, desde que llegué por primera vez hasta hoy el presupuesto se ha multiplicado por cinco. Somos la primera universidad privada en presupuesto, porque tenemos un hospital y esto ya cambia las cuentas, porque de entrada el hospital tiene asigndos 200 millones de euros. Si alguien mira nuestra cuenta de resultados, contamos con tres grandes unidades económicas: el hospital, la Escuela de Dirección de Empresas (Iese), que también supera los cien millones de presupuesto, y los centros de Pamplona y San Sebastián, que superan los 150 millones de euros. ¿Qué les diferencia del resto de universidades?Nosotros somos, por una parte, una universidad de inspiración cristiana y esto ya nos da un perfil, es decir, queremos formar alumnos que libremente asuman las grandes propuestas del pensamiento cristiano y que han hecho grande a Occidente. Por otra parte, somos una universidad muy internacional. En España hay 80 y tantas universidades y el porcentaje de alumnos internacionales está en torno al 4 por ciento. Nosotros, en primero de carrera, sin contar posgrados, ni Erasmus o intercambios, matriculamos a 2.200 alumnos, de los cuales un 30 por ciento son internacionales. Además, somos una universidad sin ánimo de lucro y privada, pero muy investigadora.¿Cómo se consigue eso?Esto se hace consiguiendo recursos, porque la investigación es cara. Para empezar, yo diría que una institución universitaria con ánimo de lucro no será fuerte en investigación nunca, porque el lucro está reñido con investigación, que por definición no es rentable. Nosotros tenemos una biblioteca que nos cuesta cinco millones de euros al año, ¿cuál es la rentabilidad de esto? La rentabilidad es que es el corazón de la universidad, es de lo que nos alimentamos los alumnos, los profesores, los investigadores, por tanto este año hemos decidido destinar casi cien millones de euros a la investigación, porque los hemos conseguido gracias a tener éxito en las convocatorias en proyectos internacionales, porque investigamos para empresas que están interesadas en nuestra labor investigadora, porque hacemos fundraising para financiar investigación en Humanidades y Ciencias Sociales, etcétera. A nivel de 'rankings' internacionales, ¿qué opina realmente de que la sociedad en muchas ocasiones busque el titular más fácil de "X universidad destaca en esta área"? ¿Realmente son tan importantes los 'rankings' internacionales?Los rankings dan una información muy útil, siempre que se usen bien. Una pregunta que yo hago a casi todo el mundo es: "¿Por qué destacamos las clasificaciones donde las universidades salen mal?" o, dicho de otro modo, "¿cuál es la última vez que hemos leído en un ranking: Las escuelas de dirección de empresas españolas están entre las mejores del mundo?" Lo que interesa de las clasificaciones es la posibilidad de conseguir un elemento negativo para atizar con este elemento a alguien. El titular adorado en la prensa es: "Ninguna universidad española entre las 300 mejores del mundo". De esta forma tengo un culpable, el Gobierno. Los rankings son buenos si se leen bien.¿Por qué las universidades catalanas son las que mejor salen siempre en estos listados? ¿Qué es lo que hacen ellas que no hagan el resto?Las políticas públicas de Cataluña acerca de la universidad son las mejores de España, en mi opinión. Las altas tasas de matriculación forman parte del acierto de las políticas públicas, porque lo que está a favor de la equidad de un modo más claro es que se ha ayudado a quien lo necesita y quien lo merece. Lo que no tiene sentido es que alguien con una renta muy alta y con muy malas notas tenga la misma ayuda que alguien con una renta baja y que se esfuerza por mejorar. Para empezar, las políticas públicas de Cataluña y del País Vasco, que son las dos Comunidades Autónomas, en mi opinión, que más apuestan por sus universidades y por sus centros de investigación, dedican mucho dinero a investigación y vinculan el gasto en universidad a resultados, a desempeño, a objetivos. Cataluña está destacando, porque el Gobierno catalán desde hace bastante tiempo dedica más dinero que las demás y con mayor vinculación a resultados.