El acopio de fármacos en el Reino Unido por el 'Brexit' agrava una situación que ya preocupa al GobiernoNunca antes el acceso de los pacientes a los fármacos en España había sufrido tantos apagones como en 2018. Los datos que maneja Cofares revelan que todavía en febrero de este año cerca de seis de cada diez medicamentos que la farmacia pide no le son enviados debido a la falta de suministro en el mercado. La distribuidora líder del mercado no puede garantizar la entrega de parte de los medicamentos por falta de existencias. Solo un año antes, en febrero de 2018, el porcentaje de faltas rondaba el 45 por ciento, lo que revela el progresivo deterioro que se está produciendo en el abastecimiento de medicamentos del mercado español. Los agentes del sector afirman que uno de los problemas que podrían estar incidiendo en las farmacias de toda España es el acaparamiento de medicamentos por parte del Reino Unido, siguiendo las instrucciones del propio Gobierno inglés de acumular reservas adicionales de al menos seis semanas a contar desde el 29 de marzo, ante la previsible falta de acuerdo en el Brexit. El Gobierno, a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, confirma el incremento de las faltas en el suministro de medicamentos en 2018, que se producen cuando las unidades disponibles de un fármaco en el canal farmacéutico son inferiores a las necesidades de consumo nacional o local y que obligan a buscar alternativas de tratamiento. Las notificaciones de problemas ascendieron a 1.332 durante el año pasado, según datos facilitados a elEconomista por la Agencia, que presentará en breve el segundo informe semestral sobre esta cuestión. Un año antes, el número de presentaciones de medicamentos con problemas de suministro no superó las 900 y en 2015 tan solo se registraron 700 notificaciones, cifras que, en cualquier caso, representan un porcentaje menor respecto a los cerca de 17.500 formatos de fármacos en venta en España. Si bien no se trata hasta ahora de un problema de salud pública, la falta del medicamento generó "un impacto asistencial im-portante" en el 13,89 por ciento de los expedientes, admite la Agencia, "por no disponer de alternativas terapéuticas en alguna o ninguna de sus indicaciones". Es el caso de Apocard, del laboratorio Mylan, un antiarrítmico que solo puede ser sustituido por el médico por otras sustancias, o de Fludarabina, la terapia contra la leucemia que fabrican Aurobitas, Teva, Accord Healthcare y Sanofi Aventis. Más allá de la sustitución del fármaco por el farmacéutico o el cambio de prescripción, se requirió en 81 casos la comercialización excepcional o importación de medicamentos extranjeros. Desde la Agencia se ha urgido a los titulares de los medicamentos a realizar "un esfuerzo adicional", así como a desarrollar "planes preventivos efectivos, con el fin de poder cumplir con su obligación de suministro continuado, y que los pacientes puedan acceder a sus tratamientos sin problemas". Pero sin demasiado éxito hasta ahora. Del Adiro al Dalsy Las farmacias confirman el agravamiento del problema. El Centro de Información del Medicamento del Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos actualiza cada semana los datos comunicados por más de 7.000 boticas, que se corresponden con faltas durante tres o más días de la semana o cuando el problema es generalizado en la red. En el listado correspondiente a la semana del 18 al 24 de febrero, había contabilizadas 83 presentaciones de medicamentos, de las que 38 eran notificaciones de fármacos incluidos en las subastas andaluzas. Entre los diez medicamentos que han acumulado este año más faltas, hay antiagregantes plaquetarios -Adiro, de Bayer-, antieméticos -Primperán, de Sanofi Aventis- o analgésicos -Dalsy, de Mylan-. Dos de estas tres marcas reconocidas se encuentran en situación de desabastecimiento oficial, mientras que el fármaco anti vómitos de Sanofi Aventis presenta faltas generalizadas en todas las provincias. La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles señala problemas en la producción, como en el caso de Adiro, o de calidad relacionados con la aplicación de nuevos estándares o uso de materias primas certificadas que son generalizables a toda la industria farmacéutica en el mundo, ya que los laboratorios no pueden cambiar de suministrador de materia prima sin someterse a controles que alargan el proceso. Pero la patronal de la farmacia también apunta a razones como la falta de rentabilidad de algunos fármacos como resultado de la aplicación del sistema de precios de referencia, que financia siempre el precio más bajo y que no admite subidas de precio que puedan hacer atractivo el abastecimiento al mercado español.