Mediaset ha cerrado el año con unos ingresos a la baja por la debilidad del mercado publicitario y la falta de diversificación de su negocio. Así, a pesar de haber emitido el Mundial del Fútbol, los ingresos publicitarios netos retroceden un 0,8 por ciento y el resto un 11 por ciento. En total, acumulan un descenso del 1,5 por ciento a los 981,5 millones. Pese a la menor facturación, la cadena de Fuencarral ha mejorado un 4,5 por ciento su ebitda y ha ganado 1,3 por ciento más hasta los 200 millones. Esto se debe a que tiene una parrilla más barata, al recortar el consumo de derechos en un 18,1 por ciento. También ha reducido la inversión en nuevos contenidos.