Las restricciones del tráfico madrileño serán históricas y también contagiosas en otras ciudades. En poco más de un mes, exactamente a partir del próximo 30 de noviembre, la inmensa mayoría de los conductores de la capital deberá cerciorarse de las calles por las que transita para eludir multas de 90 euros por trayecto. Las nuevas normas que deberán conocer los usuarios de vehículos de combustión se darán por bien empleadas si finalmente se cumplen los objetivos buscados por el Ayuntamiento de Madrid: reducir el tráfico actual en una quinta parte; rebajar el 40 por ciento las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2); acabar con gran parte del ruido del tránsito rodado y evitar el 37 por ciento de los kilómetros recorridos habitualmente hasta la fecha. Todas las medidas correctoras se aplicarán casi de la noche a la mañana, desde el último viernes de noviembre, aunque las sanciones empezarán a disuadir a los afectados con un periodo de gracia de dos meses. Con ese empeño casi revolucionario, la alcaldesa de Madrid confía en convencer a cientos de miles de conductores particulares a no transitar con su vehículo en gran parte del centro de la capital. No hará falta desplegar a un ejército de guardias urbanos para velar por el cumplimiento de las normas, ya que bastará con un centenar de cámaras de vigilancia con sistemas automatizados de de-tección para escrutar el tráfico rodado sin que nadie se escape. Pese a que las medidas entrarán en vigor el referido 30 de no-viembre, las multas para los infractores se perdonarán durante dos meses. Para que nadie se lleve a engaño o aluda desconocimiento, el Ayuntamiento de Ma-drid enviará cartas informativas con la falta cometida para abrir los ojos a los afectados. Quedan exentos de cualquier tipo de limitaciones los residentes, aunque solo hasta el año 2025 en el caso de que carezcan de los correspondientes distintivos ecológicos. También se libran los invitados de los residentes, pero si no reinciden más de 20 días al mes, así como los usuarios de bicicletas, patinetes y otros sistemas alternativos eléctricos. De la misma forma, podrán transitar sin problemas por las 472 hectáreas del centro de Madrid consideradas de acceso restringido todos los vehículos con tarjeta de movilidad reducida, aquellos con pegatina Cero o ECO, además de las ambulancias, policía y bomberos, junto con los taxis y los Uber o Cabify debidamente certificados. Por el contrario, los vehículos con etiqueta B y C solo podrán acceder a Madrid Central para aparcar su coche en un parking público. Es decir, mientras que no dispongan de etiqueta Cero o Eco deberán buscarse una alternativa distinta a la habitual. La misma situación afectará a quien se desplace en vehículos diésel anteriores a 2006 y a los de gasolina del siglo pasado (antes de 2000). Ninguno de los anteriores podrá pisar el centro, prohibición que también afectará a las motos o ciclomotores con más de 15 años de antigüedad. Junto a todo lo anterior, el centro de Madrid verá cómo se reconvierten las 1.250 plazas azules del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) en áreas verdes (gratuitas para los residentes), además de duplicarse el número de kilómetros de reservas en calzada para motos. El Ayuntamiento que comanda Manuela Carmena tiene claro que el beneficio de las nuevas políticas ambientales permitirá "un aire más limpio, menos ruido y la liberación de espacio público para dar el protagonismo a las personas que viven y visitan el distrito en un entorno más acogedor y saludable". El Ayuntamiento de Madrid ha elaborado un listado de preguntas y respuestas para informar a los ciudadanos sobre las nuevas condiciones. ¿Se veta el tránsito a los diésel? No importa que sea un vehículo diésel o de gasolina, el acceso a Madrid Central se condiciona a la categoría de la clasificación ambiental, no al tipo de combustible. ¿Existen calles en Madrid Central por donde se puede circular? Sí, existen escapatorias: las calles Santa Cruz de Marcenado (entre Serrano Jover y Mártires de Alcalá); Mártires de Alcalá (entre Santa Cruz de Marcenado y Alberto Aguilera); Avenida Gran Vía de San Francisco, Calle Bailén, Calle Algeciras, Cuesta Ramón, Calle Ventura Rodríguez (de Princesa a Duque de Liria) y Duque de Liria. ¿Las restricciones de tráfico afectarán a los moteros? Los usuarios de motos y ciclomotores pueden circular siempre que su vehículo se haya matriculado más tarde de 2003 y tenga una etiqueta ambiental de la DGT. Las motos de combustión podrán acceder desde las 7 horas hasta las 22 horas, mientras que las eléctricas podrán hacerlo sin cortapisas. ¿Pueden acceder los repartidores a Madrid Central? Como cualquier otro conductor, solo podrán circular los que utilicen vehículos eléctricos o híbridos (pegatina Eco y Cero). Los que se muevan con vehículos de combustión (que cuentan con la etiqueta B o C) tendrán que buscar un parking o garaje. ¿Qué sucederá con las personas de movilidad reducida? No cambiará nada en el futuro inmediato. Podrán acceder con cualquier vehículo, independientemente de su etiqueta ambiental. A partir de 2025 deberán utilizar un vehículo con pegatina Eco y Cero. ¿Cómo afecta al 'carsharing'? Los vehículos de uso compartido solo podrán acceder y aparcar si lucen la etiqueta es Cero o ECO. Si tuvieran categoría C o B, todos ellos deberán buscar un aparcamiento. ¿Puedo llevar a mis hijos al colegio o recogerlos si el centro educativo está en la zona limitada? Sí, pero serán los colegios los que deberán autorizar los vehículos que necesiten las familias para llevar y recoger a sus hijos de los colegios que se encuentren en el interior de Madrid Central.