Reduce el coste de su deuda al 2,25% y crecerá de nuevo en negocio inmobiliarioCarlos Slim, una de las principales fortunas mundiales y principal accionista de FCC, celebró ayer el primer día del inversor de la compañía. El magnate mexicano destacó que la reestructuración llevada a cabo durante los últimos cuatro años ha permitido afrontar el futuro y adelantó que la semana pasada se llegó a un acuerdo para reducir todavía más el coste de la deuda que ha pasado del 2,54 por ciento al 2,25 por ciento, lo que supone que "la sangría se ha acabado". "El pasivo ya no es de la corporación sino de las filiales, y esperamos que se reduzca todavía más", indicó. Slim fue más allá e incluso abrió la puerta al pago de un dividendo el próximo año a través de la figura de script dividend. El consejero delegado, Pablo Colio, añadió que "la nueva estructura de deuda que arroje la venta de Aqualia eliminará restricciones y dejará libertad total para volver a pagar dividendo cuando la compañía lo estime oportuno". El millonario mexicano se quejó de la lentitud de las autoriades europeas de competencia para aprobar la operación y quiso además dar las claves del grupo para los próximos años pero sin hacer previsiones financieras. Slim indicó que FCC se regirá por los principios del Grupo Carso, que pasan por no vender por debajo de precio, mantener una estructura jerárquica simple para que los niveles de alta dirección estén más cerca de la operación, así como para fomentar el desarrollo humano y mantener la austeridad. De hecho bromeó asegurando que "no nos tocaron muchas vacas gordas". El empresario mexicano explicó además que FCC se va a operar como una empresa pequeña de modo que haya flexibilidad, conocimiento e integración y destacó que no hay reto que no se pueda alcanzar trabajando unidos. "Todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tiene con qué hacer. Hemos vivido en estas circunstancias y hay que adaptarse y no querer que las circunstancias se adapten a nosotros", explicó en referencia a los problemas que ha vivido la compañía los últimos años. El mexicano explicó que la obra pública ha bajado mucho en España. La empresa tuvo un tamaño cuatro veces mayor que el actual en 2006 pero ahora ya no tiene que aceptar proyectos poco rentables. Entre los puntos de crecimiento que destacó Slim para los próximos años figuran el desarrollo de suelo finalista que va a dar flujo de negocio a FCC y Realia. De los 767.846 metros edificables ya se están trabajando en 486.467 metros cuadrados. Slim destacó también el área de energía, de la que se vendió el control operativo pero el patrimonial sigue siendo de FCC y es otro campo que tienen con las concesiones que van ligadas a proyectos de construcción en diversas formas. Slim aprovechó también la visita para hablar de inmigración mediante el rechazo al muro de Trump y la necesidad de que Europa invierta más en África, criticó la creación de nuevos impuestos porque mete en líos a los gobiernos, defendió la necesidad de una mayor trasparencia y lucha contra la corrupción e incluso tuvo tiempo para referirse a López Obrador y pedirle que se replanteen las obras del aeropuerto de México. Esther Koplowitz, presidenta de FCC, agradeció la entrada de Carlos Slim en el capital en un momento complicado para la empresa en el que su futuro estuvo amenazado. Slim, por su parte, destacó la complejidad de las obras llevadas a cabo por FCC y agradeció a la familia Koplowitz la oportunidad de formar parte de la sociedad.