Convoca el miércoles a los sindicatos para iniciar las negociacionesBankia va a iniciar el proceso para ajustar su plantilla en el marco de la absorción de BMN. La entidad ha convocado el miércoles a los sindicatos a la primera reunión para abordar el recorte y negociar las condiciones. En los últimos meses, el grupo nacionalizado ha llevado a cabo un estudio sobre los trabajadores, con el fin de ser selectivo en la merma de personal, apoyado por la consultora Oliver Wyman. Distintas fuentes sostienen que los principales afectados por este nuevo ajuste serán los empleados de los servicios centrales, por el elevado solapamiento de funciones, además de la plantilla adscrita a la red de sucursales de algunos territorios, como Alicante y Madrid. Se estima que el volumen mínimo de despidos sobrepasará los 600, con el fin de que Bankia logre las sinergias esperadas en su hoja de ruta, diseñada en el momento que anunció la integración de BMN, de la que el Estado también posee más de dos terceras partes del capital. Algunas fuentes advierten de que el recorte podría alcanzar los 2.000 trabajadores. El objetivo del banco es tener un ahorro de coste de unos 155 millones de euros anuales en 2020. El nuevo grupo partirá con una plantilla superior a los 17.500 personas, de los que la entidad absorbida aportará algo más de 4.000. El número de oficinas, por su parte, llegará a las 2.400. Antes de que se culmine la fusión, a finales de este mes, BMN ha comenzado a rebajar el número de sucursales en algunas zonas. A finales de noviembre anunció que iba a clausurar 24 en Baleares, Granada y Murcia. Estos cierres no conllevan el despido de ningún trabajador. Sin medidas traumáticas Goirigolzarri ha señalado en sus últimas comparecencias públicas que aún era pronto para anunciar el número de empleados del nuevo grupo que se vería afectado por la reestructuración de la plantilla y que primero se debía culminar el proceso de la integración. Este miércoles, la entidad podría precisar las bajas, que en todo caso se llevarán a cabo sin medidas traumáticas y pactadas, entre las que destacan prejubilaciones y salidas incentivadas. Ambos bancos se han visto obligados a reducir su estructura sustancialmente en la crisis, como consecuencia de las ayudas públicas recibidas para su supervivencia. Así, Bankia ha disminuido su plantilla en más de 10.000 empleados desde su creación, mientras que BMN lo ha hecho en cerca de 5.000, incluyendo el traspaso de negocio de Caixa Penedés al Sabadell.