La fortaleza europea sostiene a la bolsa española por encima de los 10.165 puntos La bolsa española volvió a tener una sesión de normalidad frente a la huelga general que se vivió en las calles de Cataluña tras el referéndum ilegal del 1-O. El Ibex 35 cerró plano a pesar del delirium tremens en el que han entrado las relaciones España-Cataluña. El selectivo no terminó la jornada como el peor índice de la zona euro al darse la vuelta a mitad de la sesión, hasta los 10.257,50 puntos, después de coquetear la zona de soporte a corto plazo, en los 10.165 puntos, que de perderse, abrirían la puerta a una caída hasta los 9.800 puntos. En cualquier caso, se cedan o no soportes, los analistas de Ecotrader -el portal de ideas de inversión de elEconomista-siguen considerando que la renta variable española solamente volvería a ser atractiva si el Ibex 35 consigue batir resistencias que presenta en los 10.410 puntos. "Mientras eso no suceda lo mejor es buscar oportunidades de inversión en otros lares", indican los citados expertos. El Ibex se abarata El diferencial que sufrió la bolsa española frente a la europea por toda la incertidumbre que rodea a Cataluña ha provocado que la primera se haya abaratado frente a la segunda un 4,80 por ciento. El PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) del Ibex se sitúa en casi 13,7 veces, frente al EuroStoxx, en 14,4 veces. Una rentabilidad por beneficios muy similar, pero no tanto si se tiene en cuenta que desde el 31 de mayo el Ibex 35 se ha abaratado un 8,60 por ciento mientras que la del EuroStoxx se mantiene igual en el mismo periodo. Las pérdidas del mercado español contrastan con las ganancias del europeo, en un momento en el que al margen de la crisis política por Cataluña, las bolsas viven un momento de relativa paz tras la crisis de los misiles entre Corea del Norte y Estados Unidos en agosto, la fortaleza que el euro mostró en septiembre, el precio del petróleo rozando máximos, o la incertidumbre de cuándo se producirá una subida de tipos por parte de los bancos centrales. Es precisamente la fortaleza que muestra la bolsa europea la que está sosteniendo a la española en el entorno de los 10.200 puntos y evitando que se produzcan mayores caídas hasta 9.800-9.900 puntos, la zona de mínimos del año. Desde que se dio a conocer la fecha del referéndum el pasado 9 de junio, se abrió una brecha entre el Ibex 35 y el EuroStoxx de 7 puntos porcentuales. Ayer el resto de índices volvió a cerrar la sesión con alzas, -a excepción del Mib italiano, que retrocedió un 0,12 por ciento- y continúan su ataque a resistencias. Con la bolsa alemana cerrada por el festivo del Día de la Unificación, el índice más alcista fue el Cac francés, que se anotó un 0,36 por ciento. Los bajistas dieron ayer un respiro al sector bancario y a los valores catalanes y fueron las eléctricas sus principales víctimas. Los títulos de la entidad catalana CaixaBank rebotaron un 1,60 por ciento, Bankia repuntó un 1,42 por ciento y BBVA ganó un 0,89 por ciento. ACS -cuyo interés por la italiana Abertis no está gustando al mercado- fue la más castigada en el parqué al perder casi un 1,7 por ciento. Le acompañaron en las caídas Cellnex, que cedió un 1,45 por ciento y Mediaset, que cayó un 1,35 por ciento. Por parte de las eléctricas, Iberdrola se anotó pérdidas del 1,30 por ciento tras perder la recomendación de compra de JP Morgan-ver información inferior-, Red Eléctrica perdió un 0,91 por ciento. Entre los valores que escaparon a las ventas destacó Siemens Gamesa, que dio la sorpresa por el contexto bajista en el que se mueve desde julio, al anotarse algo más de un 5 por ciento. Por otra parte, IAG avanzó un 2,12 por ciento, favorecida por el cese de actividad de la aerolínea Monarch, que dejó a 110.000 clientes británicos varados en el extranjero y cerca de 300.000 reservas sin efecto, y por el peso de Qatar en el accionariado del grupo, que ha pasado del 20,34 por ciento en junio al 20,7 por ciento actual.