El banco subió ayer un 41,2% hasta los 0,91 euros tras la decisión de prohibir las posiciones cortasLos analistas avisan de que la salud del asturiano es mejor que la que tenía la entidad madrileñaTras la caída de Popular, los especuladores encontraron en Liberbank su blanco perfecto. Tan solo durante la semana pasada, sus acciones se dejaron un 40 por ciento. Pese a que la entidad asturiana recalcó una y otra vez que no apreciaba fuga de depósitos por parte de sus clientes, la CNMV decidió poner la venda antes de la herida y prohibir las posiciones cortas sobre los títulos de la entidad. El objetivo del regulador era evitar una situación similar a la de Popular y que las continuas caídas en bolsa canalizasen retiradas de depósitos que pudiesen comprometer su posición de liquidez. Ayer en las oficinas de Liberbank sí hubo gente preocupada por su depósito. La decisión de la CNMV de prohibir las posiciones cortas sobre Liberbank supuso un punto de inflexión para sus acciones y un cordón sanitario para detener un ataque que se dirigía a un próximo objetivo en el sector que podría ser Sabadell. Tras encadenar diez jornadas consecutivas a la baja y perder el 44 por ciento de su valor en bolsa, la medida del regulador supuso un balón de oxígeno para sus títulos, que rebotaron un 41,2 por ciento en la jornada de ayer en la mejor sesión de sus cuatro años de historia, y cerraron en los 0,96 euros, un 12 por ciento por debajo de sus niveles del martes en el que cayó Popular. La recuperación de la entidad asturiana no se ciñó solo a sus acciones: también a su deuda subordinada, que ayer vio aflojada su presión. Después de ver cómo su rentabilidad se disparaba del 6,2 al 9,1 por ciento en apenas quince días, ayer canalizó compras. El interés exigido por este instrumento descendió hasta el 8,2 por ciento. La decisión de la CNMV de suspender las posiciones cortas ha tenido críticas, ya que refleja una asimetría frente a su gestión de la crisis del Popular, una entidad para la que no se tomó esta medida, y, que para algunos, podría haber ayudado a que la venta del banco se hiciese de forma más ordenada y el accionista hubiese recuperado una mínima parte del valor. La importancia de comunicar Con la tinta de la compra de Banco Popular por parte de Santander aún sin secar, Liberbank ha dado un susto bajista al mercado, y detrás de estas caídas puede estar la incapacidad de contagiar confianza a los inversores, y evitar que los clientes puedan retirar sus depósitos, lo que ocurrió en Banco Popular durante el arranque de la semana pasada, y el viernes de la anterior. Así lo cree Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, quien explica que no es "partidario de cerrar los cortos; es una medida que se ha llevado a cabo para calmar los ánimos y, en mi opinión, los ánimos no se aplacan con una medida así, si no haciendo lo que no ha hecho el Popular: una declaración muy clara por parte del presidente, que calme a los inversores y a los clientes". Pablo García, director general de Carax Alphavalue, coincide con este mensaje, al destacar que "tienen que salir a la palestra para lanzar un mensaje que consiga parar esta sangría, ya que si no, un banco que no tiene problemas de liquidez y en este momento va bien, se va a encontrar con ellos". La falta de liquidez 'mata' La clave para un banco, en una situación de este tipo, según explican los analistas, está en la liquidez. Pablo García dice sobre esto que "el problema de Popular iba mucho más allá que los que pueda tener ahora Liberbank: venía teniendo pérdidas en el primer trimestre, caídas en capital y una situación complicada por provisiones del sector inmobiliario. Pero el ataque al corazón de un banco se lo da la falta de liquidez". Dos situaciones muy distintas Las ventas generalizadas que vivió Liberbank durante las últimas dos semanas podrían ser exageradas, si su origen es el miedo a que el banco asturiano esté en la misma situación que Popular. No hay que olvidar que el consenso de analistas que recoge FactSet recomendó vender acciones de Popular durante el 90 por ciento del tiempo en la última década, una situación muy diferente a la de Liberbank, que, desde que hay registros, a partir del año 2013, no ha recibido este consejo de vender en ninguna ocasión, y ahora recibe el consejo de mantener. Es más, durante el mes de junio, cuando Liberbank ha sufrido las pérdidas más importantes en bolsa, seis analistas han revisado la recomendación que dan sobre los títulos del banco, y ninguno ha empeorado su consejo; es más, ayer hubo dos revisiones, y ambas mejoraron su consejo: Alantra Equities pasó de recomendar vender a comprar, mientras que Kepler Cheuvreux pasó de vender a mantener. Esta última firma destaca cinco diferencias entre Popular y Liberbank: el último "no tiene necesidad de capital; no tiene problemas por litigios relevantes; no tiene grandes proyectos en colaboración con otras empresas; tiene el 90 por ciento de sus depósitos cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos -FGD-; y, en una situación difícil, los gestores de Liberbank valorarán llevar a cabo ventas, mientras que los de Popular prefirieron salir del paso". Además, en JB Capital Markets, una de las 8 firmas que recomienda tomar posiciones en Liberbank, recalcan que es más difícil que sufra una fuga de depósitos como la que precipitó el fin de Popular. "Solo el 50 por ciento estaba respaldada por el FGD", mientras que en Liberbank "el 96,5 por ciento de los depósitos son de particulares y más del 90 por ciento de ellos de cuantías inferiores a los 100.000 y, por ello, protegidos por el FGD".