Alerta del impacto sobre la generación de caja en los próximos dos añosFitch rebajó ayer un escalón la nota que otorga a OHL, desde BB- a B+, por el impacto de los proyectos internacionales fallidos que aún tendrá sobre las cuentas de la constructora y sobre sus flujos de caja y además cambia la perspectiva sobre la compañía española de estable a negativa. La agencia sigue así los pasos de Moody’s, que hace dos semanas redujo a Caa1 la calificación que concede al grupo que controla la familia Villar Mir. No obstante, el rating de Fitch está aún tres escalones por encima del de Moody’s, que en los últimos ocho meses ha recortado la nota de OHL hasta en tres ocasiones por su abultado ratio de deuda con recurso sobre el resultado bruto de explotación (ebitda), que al cierre del tercer trimestre alcanzó las 23 veces. Es la primera vez desde agosto de 2009 que Fitch modifica la calificación de OHL. Desde entonces, el único cambio que había implementado fue mejorar la perspectiva de negativa a estable en junio de 2011. En su revisión ordinaria anual, no obstante, Fitch destaca la reducción del volumen de deuda y la mejora del perfil del riesgo de la misma, con la eliminación de los créditos ligados a la cotización de Abertis y de OHL México. Fitch justifica la rebaja del rating de OHL en la expectativa de que los proyectos de construcción con problemas, que el grupo denomina legacies, continuarán afectando “significativamente” los beneficios y la generación de caja, al menos durante los próximos dos años. “El flujo de caja negativo ha empujado los ratios financieros a niveles que ya no sorportan la calificación actual”, argumenta la agencia. OHL ha identificado 19 obras con dificultades relevantes, de las que tres concentran los mayores riesgos: el hospital de Sidra, en Qatar, el hospital CHUM, en Canadá, y el proyecto ferroviario Marmaray, en Turquía. Para el último, la compañía ha llegado a un acuerdo con el Gobierno turco para ampliar el plazo de entrega en dos años y a un pacto con tres subcontratas para desarrollar el grueso de los trabajos, con lo que OHL se ha liberado de los riesgos asociados. “Esperamos que estos proyectos reduzcan los márgenes y el flujo de efectivo en 2017”, subraya la agencia, que observa una mejora para 2018, a medida que las obras vayan finalizando. No en vano, OHL estima que todos estos proyectos requerirán una salida de caja de hasta 300 millones de euros, que serán fondeados por las desinversiones de Canalejas, Mayakoba y otro contrato de construcción. Con todo, Fitch considera que “a largo plazo es poco probable que los beneficios alcancen niveles históricos, ya que OHL se está posicionando hacia proyectos más pequeños y con menores riesgos, pero de menores márgenes”. A este respecto, el grupo está muy centrado en crecer en países como Estados Unidos y Canadá. Las acciones de OHL cayeron en la sesión bursátil de ayer el 3,94 por ciento, hasta los 2,44 euros. El anuncio de Fitch se produjo a escasos minutos del cierre del mercado. El consenso de analistas de Bloomberg sitúan su precio objetivo en 4,25 euros, con un potencial de revalorización del 74 por ciento sobre la cotización actual.