El ‘run run’ sobre el posible repunte de la inflación tras la victoria de Donald Trump ha dado un importante empujón a las alzas que ya venían experimentando las rentabilidades de la deuda en el Viejo Continente. Desde los mínimos anuales, el bono español sube 71 puntos básicosDe aquellas aguas, estos lodos... La sombra de un repunte de la inflación, como consecuencia de la política expansiva que pretende aplicar el nuevo Gobierno de Estados Unidos, ha desatado el nerviosismo entre los inversores de renta fija, que han decidido, por el momento, hacer las maletas y marcharse. Como consecuencia, y al contrario de lo que ocurre en la renta variable, cuando se deshacen posiciones el precio cae y sube la rentabilidad, provocando que los que ya están en el activo cosechen pérdidas. Basta con echar un vistazo a la deuda europea que desde los mínimos anuales genera retornos negativos del 7 por ciento de media. La más afectada, como suele ser habitual, es la periférica, donde Portugal deja pérdidas del 10,5 por ciento, Italia cercanas al 9 por ciento y España de casi el 6 por ciento. Eso sí, esta cifra podría haber sido superior, pero las declaraciones del presidente del BCE, Mario Draghi, el viernes consiguieron frenar la escalada. El italiano reiteró que la institución sigue comprometida a preservar “el sustancial grado de relajación monetaria” necesario para alcanzar un nivel de inflación en línea con el objetivo del BCE, ligeramente por debajo del 2 por ciento. Así, el rendimiento del bono español a 10 años llegó a situarse en el 1,691 por ciento en la última sesión de la semana, aunque se relajó finalmente hasta el 1,593 por ciento. No obstante, la rentabilidad del papel español a una década ha escalado más de 70 puntos básicos desde los mínimos históricos marcados en septiembre, pasando así del 0,88 por ciento a casi un 1,6 por ciento, el nivel más alto desde que los británicos votaron sí al Brexit. De hecho, en las últimas veinte sesiones, tan sólo en seis jornadas se han visto compras de renta fija. “Mientras en Europa suenen a lo lejos los tambores de tapering [recorte del programa de compra de activos del BCE] y en EEUU se desconozcan las claves del plan económico del nuevo presidente, la incertidumbre seguirá cotizando al alza”, indica Miquel Soca, de Morabanc. El experto espera que el tipo a 10 años español se sitúe entre el 1,65 y el 1,87 por ciento, “con sesgo a la parte alta del rango, sobre el 1,80 por ciento”. Sólo esta semana, el rendimiento ha subido 7,4 puntos básicos. Así, la prima de riesgo ha ganado 12 puntos básicos, hasta los 132 puntos. Aunque si de trepar se trata, Italia se lleva la palma. Su riesgo país ha alcanzado niveles no vistos desde agosto de 2014, al situarse en los 182 puntos. Al igual que en la deuda española, el interés del papel transalpino logró frenar su ascenso en la sesión del viernes. Llegó a situarse en el 2,193 por ciento para luego cerrar en el 2,093 por ciento, un nivel que, no obstante, es el más alto desde julio del pasado año. El país vive su propia incertidumbre con el referéndum que se votará en diciembre y en el que, según las encuestas, el no a la reforma constitucional triunfará.