Los malos resultados en bolsa y en el tráfico de pasajeros de la compañía inglesa pueden posponer la firma del acuerdoMADRID. La fusión que iba a dar como resultado la aerolínea más grande de Europa en número de pasajeros y la tercera del mundo en volumen de ingresos tendrá que esperar para hacerse realidad. Los malos resultados que está obteniendo una de las partes implicadas, British Airways, consecuencia de las dificultades por las que atraviesa el sector, ha hecho que su consejero delegado, Willie Walsh, declare que no es el mejor momento para tener otra cosa en la cabeza que no sea su propia situación. "La fusión con Iberia llevará más tiempo del esperado, especialmente debido a los problemas del sector, que nos han obligado a centrarnos más en nuestro negocio que en el acuerdo". Del mismo modo, Walsh predijo que la fusión no se llevará a cabo hasta mediados de 2009. Las declaraciones del consejero delegado de la compañía británica vienen de la mano de los malos resultados que la compañía ha obtenido durante el mes de septiembre. El número de pasajeros que el mes pasado voló con la aerolínea ha caído en un 4,8 por ciento y en un 8,6 por ciento en vuelos de clase business de largo recorrido, uno de sus principales negocios. Caída en la cotización Los títulos de la compañía cayeron ayer un 11,59 por ciento hasta los 128 peniques, muy por debajo de su máximo anual: 450 peniques. Esta situación coloca a los accionistas en una posición de desventaja ante las exigencias de Caja Madrid, principal accionista de Iberia, que reclama un 40 por ciento de la futura compañía y un 60 por ciento para British Airways. Teniendo en cuenta las cotizaciones actuales, el porcentaje correspondiente a Iberia superaría ligeramente el 30 por ciento. El mercado londinense prevé que la aerolínea británica espere a que sus acciones vuelvan a subir para cerrar el acuerdo de la fusión.