Por una operación inmobiliaria fallida que compromete su ejercicioAl Barça no le sale nada bien fuera de los terrenos de juego. A la más que posible sanción de la Comisión Europea (CE) por presuntos privilegios fiscales y los pagos a Hacienda para evitar el juicio por el Caso Neymar, se le sumarán 47 millonesde euros por una operación inmobiliaria fallida de hace más de una década. En el año 2005, el club estaba presidido por Joan Laporta, que cerró la venta de unos terrenos de 10.000 metros cuadrados en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) con la Inmobiliaria Mar, filial del grupo La Llave de Oro. El grupo inmobiliario abonó 35,4 millones de euros en aquel momento, pero el contrato de compraventa llevaba incluida una cláusula muy concreta. Esa parcela tenía que ser recalificada y urbanizada para construir 1.000 viviendas, un 25 por ciento de protección oficial, una estación de Fecsa-Endesa y un hotel. Pero la crisis golpeó con fuerza y la operación se quedó en el alambre. El Tribunal Arbitral considera que, diez años después, no se ha cumplido con el contrato, por lo que el laudo obliga al Barça a pagar los 35,4 millones que cobró, además de 11,6 millones por intereses legales. Repercusión en el ejercicio El Barcelona se las prometía felices en lo económico al cierre del ejercicio, a pesar de no tener patrocinador, su principal fuente de ingresos. El actual presidente, Josep Maria Bartomeu, sacaba pecho hace unos días por el aumento de la facturación y la considerable reducción de la deuda. Esto permitía salvar el ejercicio, ya que la directiva está obligada a que la deuda no supere 2,5 veces el ebitda durante dos años seguidos, algo que el pasado no se cumplió. Este imprevisto tampoco obli- gará a Bartomeu a dimitir, pero según indican fuentes del club, “los beneficios desaparecerán y el ejercicio podría acabar en pérdidas”. El Barça tiene provisionado unos 7 millones de la operación y contabilizará otros 7 millones por el valor de los terrenos.