L a recuperación económica es un hecho que nadie discute entre los agentes económicos vascos, aunque a diferencia de otras ocasiones, en esta nueva etapa no se trata de un proceso homogéneo y generalizado. Hay sectores que están en niveles récord y con crecimientos muy significativos (automoción, aeronáutica, máquina herramienta, turismo), mientras que otros, como el subsector del acero (ArcelorMittal, Celsa, Tubos Reunidos, Tubacex, etc), la construcción o el comercio minorista aún atraviesan momentos muy duros. Los datos macroeconómicos que maneja el Gobierno vasco y las organizaciones patronales apuntan que este año Euskadi recuperará el nivel de riqueza, el nivel de Producto Interior Bruto que alcanzó antes de la crisis. Así, el PIB vasco de 2008 se situó en 67.698 millones de euros, para caer en picado después y colocarse en los 62.517 millones en 2013. Si se confirman las previsiones de crecimiento para el año en curso, entre un 2,5 y un 2,7 por ciento, podríamos ver el PIB en niveles de 67.600 millones. En el primer trimestre de este año, último dato facilitado por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat) a través de las cuentas trimestrales, indican que la economía vasca creció un 3,3 por ciento en términos interanuales, destacando especialmente la evolución del sector industrial, que creció un 4,8 por ciento. Los motores de la recuperación vasca hay que buscarlos principalmente en el sector industrial internacionalizado y en servicios. Por territorios, la mejor evolución en el PIB se dio en Álava, con una tasa de crecimiento interanual del 3,6 por ciento, mientras que Vizcaya creció un 3,3 por ciento y Guipúzcoa un 3,1 por ciento. En la feria Bienal de Máquina Herramienta, que registró unas cifras de expositores y visitantes espectaculares, se vio que la industria vasca ha apostado por la tecnología y el servicio como método para competir, porque como bien explicitó entonces el gerente de una mediana empresa de máquina herramienta, Fernando Arocena, de Bost, hay que posicionarse entre los productores top, dejar el producto medio y el de bajo coste, para apostar por las producciones de mayor valor añadido. “Competir por precio es un suicidio. Tenemos que posicionarnos entre los mejores”. Esta misma tesis se ha visto en las asambleas de las asociaciones sectoriales cluster que más están creciendo: automoción, aeronáutica, máquina herramienta, construcción naval, etc. Construcción naval Tal vez el caso más paradigmático de recuperación sectorial es el de la construcción naval que, de pasar una crisis sin precedentes en 2013, al sufrir el expediente de la Comisión Europea contra el sistema de financiación naval español, el antiguo tax lease, se quedó sin ninguna contratación (expediente que después en primera instancia rechazó el Tribunal de la UE, decisión judicial ahora recurrida por la Comisión). Desde el propio Foro Marítimo Vasco señalan que tras pasar por aquella agonía ahora “el sector está en fase ascendente con unas expectativas de mejora para los próximos años. Se están recuperando los niveles de actividad previos al conflicto del tax lease”. Esto se ha producido también gracias a que apostaron por diversificar sus producciones hacia sectores que implican mayores retos tecnológicos y valor añadido como los mercados eólico marino, el de megayates, ferrys, el dragado y minería, empujadores, pesca, etc. Rebajar el paro hasta el 10% La asignatura más dura aún para la economía vasca, igual que para el resto de la española, está siendo la recuperación del empleo perdido, que no sólo no ha podido contrarrestar los puestos destruidos, sino que el creado es aún precario (contratos temporales, de medias jornadas, etc.) La Encuesta de Población en Relación con la Actividad (PRA) del Eustat situó la tasa de paro en Euskadi en el primer trimestre en el 14,4 por ciento, con un total de 150.700 desempleados al finalizar marzo. Aunque el nivel sigue siendo alto, en el último año la tasa de desempleo se ha reducido en 2,3 puntos, que en cifras reales, lo que implica que 26.400 personas han conseguido retornar al mercado laboral. En este sentido, el Gobierno vasco se han fijado como “objetivo central” lograr reducir la tasa de desempleo por debajo del 10 por ciento en 2020, por lo que aún quedan cuatro años duros. Inversión y financiación Las variables macro apuntan a un incremento significativo de la inversión. Así la Formación Bruta de Capital (Inversión), según el Eustat, creció en el primer trimestre de este año un 3,4 por ciento interanual, aunque esconde un dato no tan positivo, ya que se aprecia que desciende un 0,2 por ciento en comparación con el trimestre precedente. Hay indicios de una ralentización de la recuperación y en la inversión es uno de los factores donde antes se constata. A pesar de todo, los datos del primer trimestre indican que la evolución de la inversión más positiva está en bienes de equipo, con una tasa de crecimiento interanual del 10,7 por ciento y trimestral del 2,4 por ciento. En el resto de la Formación Bruta de Capital, que va más ligada con la evolución del sector de la construcción, se observa una mínima evolución positiva en tasa interanual de apenas un 0,2 por ciento. El aumento de la inversión no es sólo un dato macroeconómico, en la economía real, también lo es en las entidades financieras y en las de garantía recíproca, que han constatado un aumento de la demanda de crédito para inversión, de renovación de equipos y de aumento de capacidad. Para muestra de esta evolución, los datos de la sociedad de garantía recíproca Elkargi indican un crecimiento del 25 por ciento en la concesión de avales en los cuatro primeros meses del año, crecimiento que califican de “sano”, ya que la mayoría de la nueva financiación va destinada a proyectos de inversión productiva, lo que supone a su vez una mejora del 17 por ciento. Igualmente, Kutxabank registró en los primeros meses de este año un aumento del crédito a empresas superior al esperado y que va destinado a financiar inversiones productivas. Así, los préstamos a pymes crecieron un 38 por ciento interanual. Para respaldar a las empresas, el Gobierno vasco ha anunciado la próxima creación de un fondo de 200 millones para ayudar a inversiones en I+D y eficiencia; y para más adelante lidera junto con las Diputaciones la creación de una especie de fondo soberano para inversiones estratégicas.