El futuro de Yoigo se debate esta semana en el cuartel general de TeliaSonera, sin que hasta el momento exista más certeza de que hay dos pretendientes con serias opciones de hacerse con el operador español. “Es un cara o cruz entre MásMóvil y Zegona y la fumata blanca podría anunciarse en cuestión de días”, explican a este periódico fuentes conocedoras de la operación. Los dos candidatos tienen motivos para considerarse favoritos en un pulso donde la capacidad de financiación y de negociación serán las palancas capaces de mover las voluntades de la compañía sueca. En este escenario, el resto de las grandes telecos españolas se mantienen a la expectativa. Por un lado, Telefónica adopta una posición neutral, pese a que Zegona haya utilizado ayer el nombre de la teleco como herramienta de propaganda en favor de su causa. El fondo de capital riesgo aseguró que su posición para comprar Yoigo es “ventajosa” frente a MásMóvil gracias a “un acuerdo de itinerancia con Telefónica”. Sin embargo, este periódico pudo ayer comprobar que no existe tal acuerdo firmado, como presume el fondo británico. De hecho, Telefónica conversa con los dos pretendientes y se mantiene neutral, sin decantarse por ninguno de los interesados. Los pactos en firme que tenga que hacer Telefónica los realizará con el nuevo dueño de Yoigo, cuando se despeje la incógnita, pero no con los candidatos, apuntan fuentes del mercado. De esa forma, lo que tenga que pasar, pasará. Pese a lo anterior, Zegona se apropia de una media verdad que se presume necesaria para que Yoigo pueda utilizar las redes de Movistar allí donde no llega con las suyas de 3G. En la actualidad, la mitad del tráfico de Yoigo se canaliza a través de la infraestructura de su competidor, sobre cobertura de GSM, con el coste de roaming que esto representa para Yoigo. En Telefónica asumen que los acuerdos están para cumplirlos, gane quien gane en la pugna por Yoigo. Eso significa que la relación contractual que mantiene Telefónica con Yoigo de servicios de roaming se mantendrá hasta finales del próximo año. Lo contrario, daría lugar a compensaciones que los abogados de Telefónica no dejarán escapar. También existe un acuerdo de itinerancia entre Telefónica y PepePhone, compañía que este verano formará parte de los activos de MásMóvil. También es una media verdad el presunto acuerdo de Goldman Sachs para asegurar la financiación de la oferta de Zegona, en el caso de que este último resulte elegido para comprar Yoigo. Si acaso, podrían existir conversaciones entre el banco de inversión y el capital riesgo, pero por el momento no existe nada firmado. Junto a lo anterior, se aireado que BBVA y Caixabank “han rechazado respaldar” el plan de MásMóvil, lo que pondría en entredicho la viabilidad de la oferta de este operador. Sin embargo, el presunto desdén de estas entidades hacia MásMóvil no es tal, puesto que en verdad, dichos bancos no habían sido citados hasta entonces para participar en una posible financiación de la compra. Visto lo visto, todo apunta a que Zegona no escatima recursos en su batalla por Yoigo con el uso de un arma siempre valiosa en cualquier contiendas: la propaganda.