La UE fija principios para mejorar las redes comunitarias de electricidad y gasEstán a punto de aprobarse los nuevos principios que regirán las redes energéticas transeuropeas (TEN, por sus siglas en inglés). La decisión de aprobarlos la adoptó, a finales de julio, el Consejo Europeo. Las nuevas orientaciones apuntan a mejorar la capacidad de interconexión transfronteriza, facilitando la integración en el mercado interno de la electricidad y del gas de los diez nuevos Estados miembros (Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Lituania, Letonia, Estonia, Chipre y Malta), así como la implicación de los países limítrofes.La progresiva creación de un efectivo mercado europeo en los dos frentes energéticos, que llegará a integrar más de 35 países con una población superior a los 600 millones de habitantes, debe tener en cuenta las normas comunes en materia de apertura del mercado, protección medioambiental y seguridad.Para hacer esto posible, hay una serie de factores claves, que son el transporte, la distribución y el uso racional de los recursos renovables. El objetivo es reducir el coste de la energía para el consumidor, favorecer la diversificación de las fuentes energéticas y reforzar la seguridad del aprovisionamiento.La decisión define la naturaleza de la acción comunitaria en materia de redes transeuropeas de la energía y establece una serie de orientaciones concernientes a los objetivos, prioridades y principales líneas de acción de la Unión Europea (UE) en este sector tan crucial para la economía. Por redes de electricidad se entiende todas las líneas de alta tensión (excluidas las de distribución) y las conexiones submarinas, así como cualquier aparato o fábrica indispensable para el buen funcionamiento de todo el sistema.Entre las redes de gas se incluyen los gasoductos subterráneos conectados con los que circulan por el exterior, las terminales de llegada, depósito y regasificación del gas natural y licuado (GNL), así como todo el instrumental necesario para el buen funcionamiento del sistema.Proyectos de interésLos nuevos principios se centran en proyectos de interés común, proyectos prioritarios y proyectos de interés europeo. Tienen esta calificación 42 planes de naturaleza transfronteriza con un impacto significativo en la capacidad de transmisión transnacional, que deberían ponerse en marcha antes de finales de este ejercicio, y deberían estar terminados en el año 2010, con un coste total de unos 28.000 millones de euros. Este montante global se repartiría de la siguiente forma: 4.500 millones de euros para proyectos de interés europeo en el ámbito de la electricidad; 19.000 millones de euros para los proyectos referidos al universo del gas; 2.500 millones de euros para proyectos prioritarios en el campo del gas natural licuado (GNL) y 2.000 millones de euros para proyectos prioritarios de almacenamiento.Estos importes serán entregados a los gestores de las redes energéticas e integrados, junto a otras partidas financieras, donde estime oportuno la Unión, bien como mecanismos de ayuda o como préstamos. En el momento en que tales proyectos registren retrasos o dificultades en su puesta en marcha, incluidas situaciones en las que se vean envueltos terceros países limítrofes, la Comisión puede nombrar un coordinador europeo.La relación del Ejecutivo comunitario sobre la actualización de las orientaciones de las redes energéticas transeuropeas en el período comprendido entre 2002 y 2004, hecha pública el pasado 7 de agosto, evidencia la necesidad de nombrar un coordinador europeo, con el fin de acelerar la puesta en marcha de los proyectos mediante un control constante de los avances realizados y un continuo intercambio de informaciones sobre las interconexiones transfronterizas.Del documento comunitario se deduce que, en la última década, los sectores del gas y de la electricidad realizaron diversas aproximaciones para poner en marcha los proyectos de sus respectivos ámbitos. Mientras hasta ahora la seguridad del aprovisionamiento de gas estuvo correctamente gestionada, la insuficiente producción de electricidad y la mala calidad de las interconexiones provocaron problemas de congestión en algunas líneas, ocasionando una serie de interrupciones de la corriente eléctrica hace tres años, en 2003.Necesidad de apoyo políticoLos cinco proyectos específicos vinculados con el sector del gas -los gasoductos Argelia-Marruecos-España y Rusia-Bielorrusia-Polonia-Unión Europea-, y las nuevas redes del gas en Grecia, en Portugal y en el sureste de España- se realizaron en un período de tiempo razonable.En cambio, sólo se terminaron dos proyectos de los cinco relativos al sector de la electricidad. Se trata de la conexión entre el norte de Portugal y España y la conexión entre Italia y Grecia. Los plazos de ejecución se retrasaron mucho en los proyectos Francia-Italia y Francia-España, así como en la conexión entre las regiones occidentales de Dinamarca.En la relación se señala, además, la necesidad de un apoyo político mediante la "etiqueta TEN-E", para favorecer la aceptación de los proyectos por parte de la opinión pública europea y acelerar los procedimientos de autorización. La Comisión Europea subraya, precisamente, que las autorizaciones representan un problema grave, dado que normalmente transcurren cerca de diez años entre la primera fase del proyecto y la entrada en funcionamiento de la infraestructura.