Constantemente vemos declaraciones en diversos medios y sectores empresariales que nos recuerdan la importancia de conocer idiomas para poder acceder a un puesto de trabajo o, en todo caso, mejorar las condiciones del que ya tenemos. El sistema educativo español, ya desde hace décadas, tiene implementado desde su formación en la etapa de primaria, una serie de objetivos a fin de formar en el conocimiento de, como mínimo, una segunda lengua desde edades tempranas. Sin embargo, y a pesar de nuestros esfuerzos, España sigue a la zaga en el ranking europeo, situándose en la tercera posición por la cola (le siguen Hungría y Bulgaria), con el porcentaje de adultos entre 25 y 64 años que no hablan un idioma extranjero. Asistimos por lo tanto a una dicotomía entre la importancia que para todos tiene el conocimiento de idiomas y la consecución real de ese planteamiento. Si bien es cierto que en esta época de crisis en la que nos hemos visto envueltos hemos aprendido, poco a poco, a cambiar nuestra percepción acerca de la necesidad de formación general y más concretamente acerca de la formación específica en idiomas. En base a las encuestas del CIS, para prácticamente todos los encuestados el idioma extranjero es la materia más importante en el ámbito educativo, solo detrás de las matemáticas y por encima de lengua o historia. El 64,8 por ciento de los encuestados cree que conocer idiomas extranjeros tiene mucha importancia, pero solo un 25 por ciento afirman hablar y escribir inglés (seguido de un 9,6 por ciento que lo hace en francés). ¿Se podría entonces extraer que el interés de cada uno de nosotros no está en gran medida justificado con la importancia que damos al conocimiento de una segunda lengua? Comprobamos que el 87 por ciento está aprendiendo actualmente un idioma, la mayoría de los cuales lo está haciendo en inglés, seguido por el alemán y el francés. De modo que sí; los españoles sí le estamos dando esa importancia real a los idiomas y uno de los principales motivos es la necesidad de encontrar un trabajo. A la pregunta de si es importante el aprendizaje de idiomas para mejorar y/o aumentar la empleabilidad, nos encontramos que para las empresas españolas la carencia en idiomas es uno de los principales frenos en la contratación. El 60 por ciento de las ofertas de empleo para los recién licenciados exige dominar un segundo idioma. Si hablamos de cargos de alta dirección las ofertas de empleo suelen requerir casi en su totalidad el dominio de dos idiomas. En España, el idioma más demandado es el inglés, requisito indispensable junto con el alemán en los sectores de la ingeniería mecánica y eléctrica, finanzas, ventas y marketing, nuevas tecnologías y comunicaciones y sector de la salud (en el que también se demanda el francés). Además, nueve de cada diez trabajadores españoles desarrollan su actividad en el sector de turismo, servicios e industria, siendo estos últimos para los que se augura un mejor comportamiento en términos de contratación en los próximos años. El turismo, a través de la hostelería, la restauración, la organización de viajes y desarrollo de actividades recreativas, continuará con su evolución positiva a corto y medio plazo, lo que redundará en un aumento de profesionales ocupados en este ámbito de actividad. Actividad en la que sobra destacar la obligatoriedad del dominio de los idiomas, comenzando por el inglés, seguido del alemán y del francés.