Tiene la peor recomendación de todo el mercado continuo y su valor en el parqué ha caído un 68%, pese al alza de ayerSemana de vértigo para Abengoa. Después de que Gestamp renunciase a comprar la andaluza, sus títulos han pasado por un auténtico carrusel en el parqué. En solo dos sesiones se dejaron un 72 por ciento de su valor y ayer experimentaron subidas del 16 por ciento después de haber sido expulsada del Ibex 35. Así, desde que se dio a conocer la noticia, el desplome se queda en el 68 por ciento. La compañía ha reestructurado su cúpula directiva con el presidente, José Domínguez Abascal, asumiendo todo el poder ejecutivo y ahora todos los esfuerzos se dirigen a plantear una quita que pueda evitar la quiebra de la empresa que emplea a más de 28.500 personas en todo el mundo. En caso de que la firma entrase en concurso de acreedores -actualmente se encuentra en la fase previa- se convertiría en la mayor suspensión de pagos de la Historia en España. Sin embargo, no solo sus acciones han sufrido. La deuda ha disparado su rentabilidad hasta un escenario delirante. Si alguien pensase que la deuda no sufrirá una quita la rentabilidad que ofrece supera el 1.000 por ciento, si bien este bono vence a fin de marzo de 2016 y la compañía solo tiene cuatro meses para esquivar el concurso. Por su parte, los seguros de impago de deuda (CDS) de Abengoa han hecho lo propio: a día de hoy asegurar un millón de euros de la firma andaluza alcanza un coste de 1,54 millones En este contexto, la compañía cuenta con una clara recomendación de compra: la peor de todo el mercado continuo español si se tiene en cuenta sólo aquellas firmas que son seguidas por, al menos, cinco expertos. En cualquier caso, hasta los analistas están huyendo de la firma andaluza: durante este año hasta 16 expertos han seguido a la empresa y ahora esta cifra se queda en nueve.