Volkswagen rebajó las emisiones de sus modelos por debajo de 120 gramos para eludir la tasaMatthias Müller, actual presidente de Porsche, sustituye a Martin Winterkorn en la compañíaVolkswagen se enfrenta a una investigación por parte de la Agencia Tributaria. Hacienda quiere esclarecer si los motores trucados para reducir el nivel de emisiones permitieron la exención del Impuesto de Matriculación o una rebaja en el mismo. La normativa establece que todos los vehículos con emisiones de CO2 inferiores a 120 gramos por kilómetro están exentos del impuesto. Entre 120 y 160 gramos se paga el 4,75 por ciento sobre el valor del coche; entre 160 y 200 el 9,75 por ciento y a partir de ahí el 14,75 por ciento. Ayer, el director de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, admitió en este sentido que van a analizar posibles reclamaciones. "Tendremos que estudiarlo tranquilamente", aseguró tras su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Senado, donde ha dicho que si finalmente la Agencia tiene que actuar, lo hará "con tranquilidad y consistencia", como siempre lo ha hecho. Preguntado por si esas posibles reclamaciones se harían a la empresa o a los compradores de los modelos, el director de la Agencia Tributaria se ha limitado a decir que eso se verá cuando se haya analizado el tema con detenimiento. Con motivo del salón de Ginebra, Volkswagen anunció el año pasado que ofrecía ya 324 modelos con emisiones de CO2 de menos de 120 gramos por kilómetro de todas sus marcas. El presidente en ese momento de la compañía, Martin Winterkorn, explicó que, del total de versiones eficientes, 54 modelos emitían menos de 100 gramos de dióxido de carbono por cada kilómetro. El Grupo Volkswagen ha presumido en los últimos años de ser la marca con los niveles más bajos de emisión. Así, hace dos años, el ahora destituido presidente de la firma se marcó unos objetivos aún más ambiciosos en este campo: "Volkswagen se compromete a reducir las emisiones de CO2 de la nueva flota europea de vehículos hasta 95 gramos por kilómetros en el año 2020". Esto convertía al grupo en el primer fabricante automovilístico en asumir un compromiso tan alto. "Se trata de una tarea colosal, que requerirá los mejores esfuerzos de las 40.000 personas involucradas en el área de desarrollo. Podemos hacerlo", dijo entonces Winterkorn, quien premonitariamente también anunció en esa edición del Salón de Ginebra que Volkswagen alcanzaría su objetivo de reducir las emisiones de de CO2 de su flota europea de nuevos vehículos hasta 120 gramos por kilómetro justo en este 2015, cuando ha estallado el caso de la manipulación. "El Grupo no especula con ninguna laguna en la consecución de este objetivo", dijo entonces VW. Relevo en la presidencia Pero Winterkorn ya es historia. El presidente del fabricante de deportivos Porsche, Matthias Müller, es el nuevo presidente ejecutivo del Grupo Volkswagen. Finalmente, no hubo sorpresa y la compañía confirmó los rumores al nombrarle oficialmente ayer por la tarde después de la reunión del Consejo de Supervisión en la sede central de Wolfs- burg. El presidente interino del Consejo de Supervisión de Volkswagen, Berthold Huber, presentó a Müller como una persona "de gran competencia social, empresarial y estratégica". De esta forma se ha cerrado la semana más complicada en toda la historia del mayor fabricante de automóviles del mundo. La nueva cabeza visible del grupo automovilístico era desde 2010 el presidente y consejero delegado de Porsche, unos cargos que mantendrá hasta que se encuentre un sucesor. Müller fue contundente tras su nombramiento: " Mi tarea más urgente es recuperar la confianza para el Grupo Volkswagen, no dejar piedra sin mover y actuar con la máxima transparencia, así como la elaboración de las conclusiones correctas de la situación actual". El nuevo presidente y su equipo se enfrentan al reto de gestionar las consecuencias comerciales y judiciales de la falsificación de emisiones contaminantes de sus vehículos diésel, que todavía son difíciles de valorar. Volkswagen ha reservado 6.500 millones de euros de sus cuentas para hacer frente al proceso, pero solamente en EEUU la compañía puede ser sancionada con multas que le costarían hasta 16.000 millones de euros. En Alemania y Francia los problemas pueden ser mayores. Ayer se conoció oficialmente que Volkswagen habría amañado las pruebas de emisión de alrededor de 2,8 millones de vehículos diesel en Alemania y el Gobierno francés dio a su vez la cifra oficial de un millón de coches afectados. Así, solamente en Alemania hay 6 veces más automóviles afectados que en EEUU. Las cifras fueron dadas por el ministro alemán de Transporte, Alexander Dobridt. Su explicación, que apunta que las dimensiones del fraude son más grandes de lo que se pensaba, profundizó la crisis de la mayor firma automotriz del mundo.