Lo primero que nos pasó por la cabeza a muchos al conocer que la UB (Universitat de Barcelona) había obtenido la acreditación de la Agencia Española de Medicamentos para producir los fármacos para la terapia avanzada del virus del Sida, fue una gran alegría. Y ésta se veía en ascenso conforme pasaban los segundos, ya que además de ver todas las cosas positivas que traerá para la sociedad y los afectados por esta enfermedad, también veía el gran reconocimiento que significaba ese paso para las universidades públicas españolas. Nadie duda en que encargar tal proyecto a la UB es un gran acierto, así que por ello incomodan los comentarios que se han podido escuchar en los últimos tiempos entre los grandes dirigentes de este país, indicando que el sistema universitario era algo mediocre, o que necesitaba muchas reformas: no lo dudamos, toda mejora será positiva, y más si nos adaptamos e integramos tecnologías. Pero lo que está claro es que nuestros jóvenes que empiecen sus carreras este año, así como en promociones anteriores, confían su formación a las personas adecuadas, tanto si lo hacen por vía pública como privada: la gran mayoría de universidades españolas son reconocidas positivamente en sus ámbitos, y casi todas trabajan de forma constante en la investigación en sus especializaciones. Por ello, celebremos este gran paso con la certeza de que la UB y sus investigadores llegarán a hacer grandes cosas para la ciencia que repercutirá en la mejora de la vida de los ciudadanos: ya que de eso se trata ser universitario.