El fabricante anunció ayer una caída de los beneficios del 97%, hasta los seis millones madrid. Las malas noticias nunca llegan solas. El grupo sueco-japonés Sony Ericsson aprovechó ayer la presentación de sus resultados trimestrales, decepcionantes para los analistas, para anunciar la supresión de 2.000 empleos en el mundo, según indicó Susanne Andersson, portavoz de la compañía en declaraciones a Afp. El fabricante cuenta con 12.000 empleados, que reducirá en un 16 por ciento para ahorrar gastos en el apartado de costes laborales. El fabricante expuso ayer sus cuentas, que han sufrido un fuerte baja en el segundo semestre, con un beneficio neto en caída de 97 por ciento, situado en seis millones de euros, frente a los 220 millones de euros del año anterior. También tuvo una pérdida operativas neta de dos millones de euros, contra un beneficio operativos de 315 millones en el segundo trimestre de 2007. El grupo, que históricamente basó su crecimiento en los productos de alta gama, se ha reorientado hacia los de baja gama, menos rentables, a fin de ganar participaciones de mercado en los países emergentes de fuerte crecimiento y reducir su dependencia de los mercados de Europa occidental. En un comunicado, el grupo explica que el objetivo consiste en "reducir los gastos operacionales en 300 millones de euros por año", precisó el presidente del grupo, Dick Komiyama, citado en el comunicado. "Las medidas que adoptamos están destinadas a hacer (de Sony Ericsson) una empresa más reactiva, más flexible, y más rentable, capaz de continuar creando productos innovadores que seduzcan a los consumidores", agregó. Sony Ericsson, que no cotiza en bolsa, fue creada en 2001 por el sueco Ericsson, número uno mundial de las redes de telefonía móvil, y por Sony, el gigante japonés de la electrónica.