Lleva el proceso al juzgado para arrastrar al 20% de las entidades acreedoras que aún no ha dado su visto buenoSacyr ha iniciado los trámites legales para extender al resto de entidades financieras el acuerdo para refinanciar los 2.276 millones de deuda asociada a su participación en Repsol. El juzgado de lo Mercantil nº 7 de Madrid ha admitido a trámite la solicitud de homologación del acuerdo de refinanciación de esta deuda, que supone un tercio del pasivo total de la constructora y que vence el día 31 de este mes. Según el documento al que ha tenido acceso este periódico, la constructora cerró el pacto con la banca el 14 de enero, pero ahora necesita la homologación judicial para arrastrar el resto de entidades que no respaldan el nuevo acuerdo. Tal y como explicó Sacyr la semana pasada en un documento remitido a la CNMV, las entidades financieras con las que ha firmado representan el 79,92 por ciento del pasivo financiero de SVPM y el 80,06 por ciento del sindicato mediante la renovación de los correspondientes contratos de financiación hasta el 31 de enero de 2018. Con este acuerdo, Sacyr logrará que las entidades cierren un nuevo préstamo sin necesidad de que tenga que reducir su participación en la petrolera, que ahora se sitúa en torno al 9 por ciento tras haber cobrado el dividendo en efectivo y haber diluido su participación. La venta de hasta un 3 por ciento de esta participación en Repsol fue unas de las opciones que se barajaron, pero las entidades acreedoras son conscientes de que forzar una operación de venta de una parte de los títulos de la petrolera podría generar una profunda inestabilidad, que no sería beneficiosa para ninguna de las partes. Con el acuerdo actual, los bancos se aseguran que el dividendo que abona Repsol siga sirviendo para hacer frente al pago de la deuda y se aseguran que si la operación de compra de Talisman es un éxito y los precios del petróleo vuelven a subir, sus ingresos también se incrementarán. El Santander, principal acreedor de la constructora, celebró las primeras reuniones con Sacyr en marzo, pero acordó dejar hasta el pasado septiembre el inicio de las conversaciones formales, a la espera de ver la evolución de los títulos de Repsol, que, efectivamente, han pasado de cotizar alrededor de los 19 euros por acción a los 15,9 euros.