Los matriculaciones de vehículos limpios aumentan el 55% hasta juniomadrid. En ciudades como Madrid, Valencia o Barcelona es cada vez más frecuente ver cómo el parque automovilístico está cambiando hacia un concepto más ecológico. Sin embargo, el coche sigue siendo el medio de transporte más utilizado. Eso gracias a factores como la continua escalada en el precio de los carburantes y las tasas impositivas, que aumentan de forma directamente proporcional al nivel de emisiones por encima de los 120 gramos de CO2 por kilómetro. Por debajo de este nivel, la alícuota se reduce a cero, lo que supone un importante incentivo y más con los tiempos que corren. No es raro, por ejemplo, que los taxistas se salgan de la línea común para experimentar los beneficios de poseer un vehículo híbrido que mezcla la gasolina, como combustible tradicional, con la electricidad para reducir el consumo de carburante y el nivel de emisiones. "Llevo más de dos semanas sin dormir porque no sé si he hecho bien al comprar este coche", aseguró a elEconomista un taxista madrileño. "Mis compañeros me lo recriminan todos los días. Soy como un bicho raro", añade. Sin embargo, el modelo al que se refiere este representante de uno de los sectores más afectados por la subida del petróleo brilla por la notable reducción en el consumo medio y por los beneficios fiscales que brinda a los conductores. Al fin y al cabo, en el caso de un taxista, es su medio de trabajo. Los efectos de la nueva ley Fuentes de extrema solvencia indicaron ayer mismo a elEconomista que las ventas en España de los vehículos menos contaminantes, en los primeros seis meses de este año, han aumentado un 55 por ciento respecto al mismo período del año pasado. Un crecimiento que guarda una relación directa con la aprobación el pasado mes de noviembre de la Ley de Calidad del Aire que se traduce en el denominado Impuesto Verde, dividido en tres tramos. En el primer caso aplica una tasa del 4,75 por ciento para los vehículos que emitan entre 121 y 160 gramos de CO2 por kilómetro, un impuesto que aumenta hasta el 9,75 por ciento para aquellos que emitan entre 160 y 199 g/km y que alcanza el 14,75 por ciento para los turismos y todoterrenos que superen los 200 g/km. Es, precisamente, el sector de los 4x4 de lujo el que hasta hace muy poco gozaba de un gran éxito de ventas por la posición y el estatus que proporcionaban este tipo de modelos de gran tamaño y cilindrada, pero ahora se ha venido abajo por el sobreprecio que supone en la compra y en el consumo a medio y largo plazo. Con estas cifras que manejan las principales asociaciones de la automoción, y en comparación con las de años anteriores, se confirma un claro retroceso hacia los vehículos que más contaminan, cuya demanda en la primera mitad del año ha caído un 48 por ciento. En el caso de los coches que emiten entre 120 y 160 gramos de CO2 por kilómetro y de los que se sitúan entre 160 y 200, las ventas cayeron en un 16 y un 39 por ciento, respectivamente. Otros estudios a nivel internacional confirman este interés generalizado hacia los vehículos que menos contaminan. La compañía alemana Continental presentó ayer un estudio realizado a un millar de conductores de países como China, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Japón, Austria, Suiza y Estados Unidos en el que se constata que casi la mitad de los entrevistados prefieren vehículos que no emitan y que, a ser posible, funcionen con electricidad. Un dato que revela que la mentalidad de los usuarios del automóvil está cambiando a marchas forzadas.