Pontedeume y la playa de Cabañas, paradas de una ruta sentimentalYa que esta sección toca a su fin, voy a sincerarme. No se crean que, aunque les cuente que si barco en Grecia, que si playa en Croacia o que si road movie en Marruecos, me paso el día en plan esnob pegándome la gran vida por el extranjero. También, como el turrón, vuelvo a casa por, esta vez, verano. Soy de Ferrol, aunque el verano lo paso en Cabañas, junto a la playa, en la ría de Ares y frente a la población de Pontedeume. Permítanme que, tras los incendios, promocione un poco miña terra galega y les invite a conocer esta preciosa zona.Una de las épocas que más me gusta para instalarme en casa es septiembre, cuando las masas han huido, el tráfico desciende, el calor se atenúa, llegan las mareas vivas y la luz se vuelve amarillenta.Estos días se celebran las Festas das Peras en el pueblo, que es como llaman a Pontedeume los cabañeros. Las recomiendo por sus feirones con empanada y pulpo, por su cucaña -que es el premio que se obtiene por completar una caminata por un palo embadurnado en aceite desde un barco anclado en puerto-, por el descenso de piraguas del río Éume y por el castillo de fuegos artificiales con el que se cierran.Pontedeume cuenta además con un animado mercado y tiendas como As Landras, donde se compran delicatessen locales. Para completar la gastroferta hay que acudir a la panadería Ríos (al lado de la Plaza del Ayuntamiento) donde se elaboran los tradicionales melindres y almendrados, y a la confitería Obradoiro (www.obradoiro.biz) para encontrar, según votación democrática familiar, las mejores empanadas de la zona. En las calles principales, con sus galerías y arcadas para protegerse de la lluvia en invierno, existen distintos bares de tapas con mejillones o navajas y vino en taza para regarlos. Si prefiere comer en la playa de Cabañas, recomiendo el chiringuito que está junto al Club Marítimo La Penela, O chiringuito, en la parte derecha del arenal. Con vistas al mar, allí se preparan estupendos pimientos de Padrón, chipirones y ensaladilla rusa. Una excursión necesaria es a la fraga del río Éume y los monasterios de Caaveiro y Monfero. Para hospedarse, la casa rural Casa do Castelo de Andrade (www.casteloandrade.com). Más datos en www.eumeturismo.org o, aún mejor, en la peluquería de la plaza de Pontedeume, centro social del pueblo.