Madrid. Lleva dos años con la Espada de Damocles en la cabeza y está preparada para lo que pueda ocurrir. Abertis está dispuesta a plantar cara a Evo Morales, presidente de Bolivia, si éste termina nacionalizando sus aeropuertos. Una posibilidad que ha cobrado cuerpo en las últimas semanas, al conocerse el renovado interés del Ejecutivo suramericano por expropiar, a golpe de decreto, los tres primeros aeródromos del país: El Alto, Cochabamba y Viru-Viru. Desde 2005, Abertis y Aena (el gestor de los aeródromos españoles) explotan estas infraestructuras, cuya concesión expira dentro de catorce años. Un plazo que el Ejecutivo boliviano no parece dispuesto a respetar y, como ya hizo con el petróleo, quiere volver a tener bajo control público la gestión de estos aeropuertos, en concreto, bajo el poder de la empresa pública Aeropuertos y Servicios Au- xiliares de Navegación Aérea (AASANA), la Aena del país. Abertis tiene ya toda la maquinaria preparada para defender sus intereses si Morales termina revertiendo al Estado la explotación de estos aeródromos. Entre las posibilidades que contempla, la primera y más clara consiste en exigir las compensaciones económicas correspondientes a cualquier contrato de concesión, según ha confirmado un portavoz de la compañía, que niega haber recibido, por el momento, ninguna confirmación oficial por parte del Gobierno. "Hace dos años ya salió esta amenaza y, al final, no ocurrió nada", añadió. No obstante, admite que si terminara sucediendo, la empresadefenderá sus intereses. La compañía española explota estos tres aeropuertos a través de la sociedad Servicios de Aeropuertos Bolivianos (Sabsa). Ésta se hizo con la concesión de Cochabamba, El Alto y Viru-Viru en 1997, por un plazo de 25 años, a cambio de 43 millones de dólares (12,7 millones de euros). Además, desde entonces, ha invertido 20 millones de dólares en mejorar estas infraestructuras.