El interés del bono alemán toca mínimo histórico y el del estadounidense cae a niveles de 17 mesesEl dinero que huyó de las bolsas tuvo un destino muy claro. Los inversores salieron en busca de los activos que han servido de refugio en momentos de pánico como el que se precipitó ayer, tras días en los que la sombra de una tercera recesión persigue a Europa. Y no podían ser otros que los bonos estadounidenses, alemanes y británicos. Los inversores se lanzaron a comprar en el mercado secundario -en el que se negocia la deuda tras ser emitida- y esto provocó que la rentabilidad, que baja cuando los precios suben, se desplomara hasta mínimos históricos en el caso de Alemania. Pese a que precisamente la economía de la locomotora europea está dando sustos al mercado, el rendimiento del bund retrocedió hasta el 0,75 por ciento, tras el 0,83 por ciento anterior. ¡Los inversores llegaron incluso a pagar por prestar su dinero a un plazo de 4 años! La deuda británica también cedió con fuerza del 2,12 al 1,95 por ciento, con lo que bajó del umbral del 2 por ciento por primera vez desde mayo de 2013. El recorrido a la baja en la rentabilidad de la deuda de EEUU fue todavía mayor. La huida hacia la renta fija considerada más segura llevó al interés del bono a 10 años a bajar al 1,86 por ciento, algo que no ocurría desde mayo de 2013. Al cierre europeo, la rentabilidad de estos títulos se movía en el entorno del 2 por ciento, es decir, que ofrecía menos de lo que pagan los bonos españoles del mismo vencimiento, cuyo rendimiento repuntó ayer del 2,04 al 2,11 por ciento. Esta situación puede parecer totalmente lógica y, sin embargo, no se había planteado desde agosto. Desde esa fecha, el apetito por la deuda española y los diferentes escenarios de tipos que se viven a uno y otro lado del Atlántico -la Reserva Federal subirá el precio dinero el próximo año mientras que en la zona euro aún no se atisba ese momento- habían detonado que los inversores exigiesen menos rentabilidad a la hora de comprar deuda soberana de España que de EEUU, pese a que la última aún tiene mucha mejor calificación crediticia. El bono español a una década ha llegado a cotizar a 42 puntos básicos menos de interés que su homólogo estadounidense. Esta vuelta se produce, no obstante, después de ocho días consecutivos sin ventas en el T-Note. Y es que hace solo tres semanas que la rentabilidad del bono de EEUU a 10 años se encontraba por encima del 2,5 por ciento. Ventas en la periferia En esta reacción inmediata de refugiarse en renta fija, los inversores no contemplaron acudir a la deuda de la periferia europea. España fue quien menos sufrió las ventas, pero en el caso de Italia, Portugal y, sobre todo, Grecia sí se registraron repuntes significativos. Las dudas que sembró la agencia Fitch acerca de que la banca griega no pueda pasar los test de estrés fueron la última gota que colmó un vaso que ya venía llenándose. Las ventas se dispararon y la rentabilidad del bono griego a 10 años escaló del 7 al 7,85 por ciento. Un interés no visto desde febrero. En Portugal, los inversores llegaron a exigir un interés del 3,28 por ciento a la deuda a una década por primera vez desde agosto, tras un repunte de 22 puntos básicos. Y en el caso de Italia, el rendimiento del bono a 10 años pasó del 2,29 al 2,42 por ciento.