El Gobierno malasio, accionista mayoritario de Malaysia Airlines al controlar alrededor de un 70 por ciento, anunció ayer que comprará el resto del negocio de la aerolínea para salvarla tras las pérdidas que le han ocasionado los dos accidentes aéreos. La operación se llevará a cabo a través del fondo estatal Khazanah Nasional, que ha ofrecido 1.400 millones de ringgit (325 millones de euros) por las acciones que no posee. El objetivo es recortar las rutas menos rentables, reducir las abultadas nóminas e instalar un nuevo equipo de dirección. El fondo, que ya ha inyectado cerca de 1.200 millones en los últimos diez años, podría también cambiar el nombre de la compañía.