El grupo vasco no logra frenar la sangría de las ventas, que caen un 5,4%Eroski no consigue ver la luz al final del túnel. La empresa de distribución vasca suma ya seis años consecutivos con números rojos tras cerrar el último ejercicio, el pasado 31 de enero, con unas pérdidas de 102 millones de euros. Es un 15 por ciento menos que hace un año, pero casi el triple de las que tuvo en 2011. Y su principal problema es que acumula ya unos números rojos en total de casi 490 millones desde que se inició la crisis económica en 2008. Su situación financiera es muy complicada porque, además de las pérdidas, sigue reduciendo las ventas año tras año. En el último año su facturación neta fue de 5.881 millones, lo que supone un 5,4 por ciento menos que en 2012 y casi un 28 por ciento menos que en 2008. Eroski reconoció ayer en un comunicado que se ha visto afectado por "la desfavorable coyuntura económica y la debilidad del consumo", pero insistió también en que "los planes de actuación puestos en marcha por la compañía han permitido que la tendencia de ventas haya mejorado en la segunda parte del año 3,99 puntos porcentuales con respecto al primer semestre". Crece el beneficio operativo El grupo destaca, asimismo, que su beneficio operativo fue de 41,4 millones de euros, multiplicando por más de seis veces los 6,3 millones del ejercicio anterior, lo que supone un fortalecimiento de su actividad comercial ordinaria. "La mejora de la eficiencia interna de los procesos ha permitido también incrementar ligeramente el ebitda (resultado bruto operativo) durante el ejercicio 2013, hasta los 269 millones de euros, fruto de la reducción de los gastos operativos en 161,8 millones de euros, casi el triple que el año anterior", dice la compañía. Inmersa en un proceso de refinanciación de su deuda y tras haber alcanzado ya un principio de acuerdo con la banca para sentar las bases de la hoja de ruta, el grupo de la Corporación Mondragón amortizó el año pasado compromisos financieros por 71 millones, sobre unos compromisos totales con la banca de unos 2.787 millones de euros. La empresa destacó ayer que "la amortización de deuda de los últimos cinco años asciende a 1.255 millones". La deuda a largo plazo ha pasado de 2.620 millones a 2.376 millones de euros, pero el apalancamiento exigible a corto plazo se ha incrementado, en cambio, de 209 a 381 millones. El plan pasa ahora, en cualquier caso, por dividir el pasivo en cuatro tramos distintos, con vencimientos entre tres y cinco años, pero con garantías y tipos de interés diferentes, que todavía se están negociando con los bancos acreedores. Tramos de la deuda La deuda senior, ligada a la actividad estructural del grupo y que se pagará con la generación de caja del mismo, se elevará a unos 1.370 millones de euros, de los que 370 millones corresponderán al circulante para el funcionamiento diario de la compañía, como el pago de facturas a proveedores y nóminas. Habrá asimismo un tramo junior, con vencimientos más amplios, por 700 millones; otro ligado a la actividad inmobiliaria por 450 millones, con los centros comerciales como garantía, y un cuarto y último vinculado a las posibles desinversiones que se puedan acometer por 400 millones de euros más. La matriz del grupo, la sociedad Eroski S.Coop., obtuvo por su parte un resultado negativo de 168 millones de euros debido a las fuertes provisones realizadas, por 263 millones para sanear el balance, "siguiendo un sólido criterio de prudencia", según explica la empresa vasca.