La malagueña efectuará el martes la adquisición tras tres años de negociacionesUnicaja anunció ayer que finalmente absorberá Caja España-Duero (Ceiss). El consejo de administración de la malagueña ha aprobado materializar la operación el próximo martes, después de haber eliminado todos los condicionantes que impedían llevar a cabo la fusión tras haber recibido las autorizaciones en el cambio del plan de ayudas y de negocio de la castellana. El grupo que preside Braulio Medel, por tanto, cierra así el capítulo más largo de negociaciones del proceso de reestructuración del sector financiero español. Durante más de tres años ha mantenido las conversaciones para quedarse con Ceiss. Con la ejecución de la operación, Unicaja se convertirá en la séptima entidad del país por volumen de activos, con cerca de 78.000 millones de euros. No obstante, las nuevas ayudas públicas, que elevan el importe total a un máximo de 1.648 millones, exigen un adelgazamiento adicional en la estructura de la antigua caja castellana del 15 por ciento. En un principio, el recorte de balance debía ser del 30 por ciento hasta 2017. Inicio del arbitraje A cambio, Unicaja ha logrado que el Frob asuma 319 millones para afrontar la compensación judicial a los antiguos preferentistas de Ceiss. Además, el fondo de rescate también se hará cargo de entre 160 millones y 199 millones que se destinarán al arbitraje que se abrirá la próxima semana para que los inversores particulares de preferentes y subordinadas puedan recuperar el 100 por ciento del dinero. Una parte de ese dinero será embolsado en forma de bonos convertibles que emitirá Unicaja, con una rentabilidad de entre un 4 y un 6 por ciento. El canje por acciones de estos instrumentos se producirá una vez el grupo andaluz salga a bolsa. Se ha comprometido a hacerlo antes de 2017. La integración de ambas entidades ha sufrido numerosos cambios y en algunas ocasiones ha estado a punto de saltar por los aires. La intención del Gobierno de evitar una nueva nacionalización ha permitido a Unicaja lograr más ayudas para cubrir riesgos y materializar la operación. De los casi 1.650 millones de euros invertidos, el Estado perderá cerca de 1.000 millones. Uno de los escollos más relevantes ha sido la falta de apoyo por parte de los preferentistas particulares a la propuesta de compra, que incluyó en el último momento el apoyo del arbitraje. La malagueñá condicionó la operación a contar con una adhesión a su propuesta de al menos el 75 por ciento de los inversores, tanto minoristas como institucionales. El rechazo de los primeros ha reducido al 61,3 por ciento el visto bueno al proyecto de Unicaja, por lo que ésta ha tenido que eliminar esta cláusula para proseguir con la adquisición. En el comunicado de ayer a la CNMV, explica que "tras la aprobación del plan de resolución de Ceiss y del resto de acuerdos conexos y de conformidad con el compromiso asumido previamente, el consejo de administración ha acordado dispensar el cumplimiento de la condición de aceptación mínima". Asimismo informa que los antiguos preferentistas que se han adherido a la oferta, recibirán las acciones y convertibles de Unicaja no más tarde del próximo 2 de abril.