Zinkia niega una ampliación de capital, pero irá al concursoLa sombra del concurso de acreedores planea sobre la cabeza de Pocoyó, que asiste a un encarnizado enfrentamiento entre sus principales accionistas: José María Castillejo, con un 64,1 por ciento del capital, y el empresario mexicano Miguel Valladares García, que posee un 11,2 por ciento. El también presidente de la productora envió ayer una carta a la CNMV en la que criticaba las maniobras de Valladares y acusó de aprovechar "la debilidad financiera" de Zinkia para hacerse con la empresa y con Pocoyó. En este punto, le acusó de querer ejecutar un crédito de 18 millones que le compró a Bankia por 2,9 millones y, así, hacerse con las acciones, valoradas en 9 millones de euros, que el empresario había puesto como aval. Más allá de las acusaciones cruzadas entre ambos accionistas -Valladares tachó de deficiente la gestión de Castillejo, Pocoyó atraviesa una situación complicada. El presidente explicó que estudia "acogerse" al concurso de acreedores ante los problemas de tesorería y la falta de acuerdo. El grupo, que declaró el preconcurso en octubre, defiende que su proyecto es "viable", pero el cierre del mercado financiero le está ahogando. En este punto, descartó llevar a cabo una ampliación de capital y apostó por dos vías para solucionar la falta de liquidez: obtener una refinanciación por parte de los acreedores o lograr una nueva inyección de fondos. "Una buena parte de los fiadores ya han respondido afirmativamente a una refinanciación", dijo Castillejo. Pocoyó, cuyos títulos están pignorados en su mayoría por la deuda de 12 millones, ha reducido su beneficio en un 80 por ciento y prevé cerrar contratos con 30 empresas que le reporten 1,3 millones de ingresos.