Los comisarios rechazan el pacto del buscador de cambiar el sistema de búsquedas para eludir una multa de 4.000 millonesLa decisión del vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, de aceptar la oferta de Google para modificar su sistema de búsquedas online a cambio del perdón de Bruselas por prácticas monopolísticas, está en entredicho. Varios comisarios europeos, entre ellos el responsable de Mercado Interior, el francés Michel Barnier, y el de Industria, el italiano Antonio Tajani, expresaron ayer durante la reunión del Colegio de Comisarios celebrada en Bruselas su "malestar" por no haber sido informados por parte de su homólogo español antes de hacer público el acuerdo con el gigante de Internet. Según informaron varias fuentes comunitarias, el propio Almunia tuvo que explicar a sus colegas en qué consiste el pacto alcanzado que ha sido duramente criticado por el sector y que en la práctica libra a Google de una multa de hasta 4.000 millones de euros. El portavoz de Competencia, Antoine Colombani, insistió en que el comisario "explicó de manera detallada por qué las propuestas de Google" satisfacen las preocupaciones de su departamento, así como "los próximos pasos a dar". De hecho, Almunia compareció el pasado 6 de febrero para anunciar un principio de acuerdo con Google, sin que todavía el tema fuera discutido por el resto de la CE. Todas las decisiones, incluidas las de la cartera de Competencia, deben contar con la aprobación unánime del Colegio, un hecho que en este caso el político español dijo que se produciría en un horizonte temporal incierto, que podría incluso podría exceder su mandato como comisario. Según explicó, su departamento debe todavía redactar diversas cartas destinadas a los catorce demandantes de Google que originaron la investigación hace ya más de seis años. En dichas misivas, el Ejecutivo comunitario debe argumentar las razones por las que considera que, tras los cambios a los que se compromete, no procede sanción alguna, y esperar la reacción de las partes. Sin embargo, Almunia ya anunció que sería difícil que él cambie de parecer. "Mi misión es proteger la competencia en beneficio de los consumidores, no de los competidores", recalcó. Esa anticipación a los acontecimientos no ha sentado nada bien a los demandantes, que consideran a todas luces insuficientes los compromisos ofrecidos por parte de Google para eliminar el abuso de su posición dominante en el mercado. Entre otras cosas, la empresa norteamericana se ha comprometido a dar más visibilidad a las ofertas de rivales en las páginas de resultados de una búsqueda, así como eliminar cláusulas de exclusividad en los contratos de publicidad online y permitir que los portales y páginas web que lo deseen le puedan vetar a la hora de utilizar sus contenidos sin que eso las penalice en los resultados de búsqueda, como sucede hasta ahora. Sin embargo, los actores afectados -como Microsoft, Expedia, Nokia, comparadores de compras online-, han expresado una viva preocupación y acusan a la Comisión de intentar cerrar el dossier sin hacer las pruebas necesarias, cediendo así ante el gigante estadounidense. El colectivo ICOMP, que agrupa a empresas del sector, indicó que los compromisos de Google deberían ser controladas por una tercera parte, ajena al sector, para que se garantice su efectividad. "Sin una tercera parte, Google engañará a Almunia", indicó David Wood, consejero legal de ICOMP. Asimismo, la Asociación de Periódicos Europea y la Asociación de Revistas Europeas plantearon que las propuestas de Google a día de hoy "no impiden el mantenimiento abusivo de la promoción de los propios servicios de Google, sino que precisamente consagran la legalización de este favoritismo".