El presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), Ramón Aguirre, adelantó ayer que el grupo cerrará 2014 con un beneficio de 230 millones de euros y sin necesidad de reducir su plantilla, más allá de las bajas que se registren por "factores vegetativos", es decir, por jubilaciones, fallecimientos o marchas no sustituidas. Durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, Aguirre ha señalado que la Intervención General del Estado ha emitido un "informe de auditoría limpio" sobre 2013, ejercicio que se cerrará con 455 millones de euros de beneficio y 811 millones de euros de tesorería, por lo que no será necesario que apele a los presupuestos. "El grupo Sepi no va a tensionar, ni a afectar, ni impactar en el déficit público. El funcionamiento del grupo no le costará ni un céntimo adicional a los ciudadanos", añade. El beneficio hubiera llegado en 2014 a 350 millones si no fuera por la contribución de Sepi a los compromisos laborales derivados de las reconversiones industriales de astilleros y la minería. Así, se iniciará una senda de beneficios durante los próximos cinco años.