El grupo automovilístico francés PSA Peugeot-Citroën estudia dar entrada en su capital a su socio chino Dongfeng, si bien para ello debería contar con el beneplácito de General Motors, propietario del 7 por ciento de la multinacional gala. En concreto, PSA Peugeot-Citroën ha otorgado un mandato a dos bancos internacionales para estudiar las posibles vías de constituir una alianza con Dongfeng, histórico aliado de la corporación francesa en China. La primera opción pasa, según el diario galo Les Echos, por la toma de una participación directa por parte de la compañía china en el capital de PSA, si bien este escenario plantea importantes obstáculos. Así, General Motors, en virtud del acuerdo por el que se hizo con el 7 por ciento de PSA, tiene la potestad de vetar la entrada de cualquier socio en la compañía francesa siempre que tome una participación de más del 10 por ciento. Otro escenario consiste en la constitución de una joint venture entre PSA y Dongfeng para operar en los mercados emergentes.