El grupo Santander está a punto de cerrar un acuerdo de venta para una de sus filiales de tarjetas en el Reino Unido. En diciembre alcanzó un acuerdo de intenciones para llevar a cabo esta operación con la firma británica SAV Credit Limited. El banco español se desprenderá de la actividad de las tarjetas en los comercios, uno de los segmentos que más problemas está causando en la isla británica, debido a las comisiones y al riesgo que suponen estos dispositivos. El Santander gestiona las tarjetas de la cadena de moda Topshop y de los grandes almacenes Debenhams y House of Fraser, entre otras. SAV Credit, que pertenece al fondo estadounidense Verde Partners, administra una cartera de créditos de 700 millones de libras (860 millones de euros). Esta operación ha sido ya contemplada en la reformulación teórica de cuentas de 2011 y 2012 del Santander con motivo de la fusión de Banesto y Banif, para adaptarse a las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) para poder compararlas con el ejercicio presente. Esta modifición implica un impacto negativo sobre el patrimonio del grupo el año pasado de 3.051 millones y positivo sobre los beneficios de 90 millones. El Santander habría ganado 2.295 millones en 2013. Del total la división de España (antes perteneciente a la franquicia de Europa Continental) aporta 862 millones, sin incluir las provisiones inmobiliarias. Esta nueva filial inluirá a partir de ahora las redes comerciales de Santander, Banesto y Banif, además del negocio mayorista y gestión de fondos en España, al igual que los seguros y la cartera de coberturas de riesgos estructurales.