El Santander tiene un plan para conceder 10.000 millones en créditos a pymesEl presidente del Santander, Emilio Botín, acudió ayer a la junta de accionistas para defender las medidas adoptadas por el Gobierno de Rajoy, pero también con el propósito de exigirle algunos deberes para seguir avanzando en la recuperación. El más importante es poner en marcha la reforma de las Administracioneses Públicas, anunciada por el Ejecutivo, porque, a su juicio, es "clave para el control del déficit". Según Botín, éste es uno de los aspectos que aún quedan pendientes después de haber realizado el Ejecutivo un "profundo avance en la corrección de los desequilibrios, fundamentalmente porque el Gobierno ha adoptado medidas muy valientes y necesarias para superar la crisis y sentar las bases de una nueva etapa de bonanza", como la relativa a las condiciones del sistema laboral y la reestructuración del sector financiero. El presidente del Santander ensalzó "el éxito" de las decisiones del Ejecutivo, que han conseguido "un ajuste del déficit sin precedentes, duro pero necesario para reestablecer la confianza, aunque advirtió de que no se "debe bajar la guardia porque hay mucho por hacer". Ante las críticas de algún accionista por estos halagos, Botín señaló que "siempre he apoyado y seguiré apoyando al Gobierno de España". Crecimiento en 2013 El Santander espera que a finales de este año España empiece a crecer. "La economía española ha entrado en una nueva fase cuyos frutos comenzarán a manifestarse en la segunda mitad del año y, de forma más evidente, en 2014", consideró el máximo representante del banco. "Tenemos la confianza de que estamos cerca de un cambio de ciclo, aunque los próximos trimestres serán duros", afirmó. Botín quiso poner de manifiesto que a esta mejoría de la situación ha contribuido el sector privado, que ha tenido que llevar a cabo un proceso de ajuste de plantilla relevante en los últimos años sin parangón en Europa para mejorar la productividad. En este proceso, el Santander ha tomado la decisión de fusionar en su red las marcas Banesto y Banif, operación que fue respaldada ayer por la junta y que supondrá el cierre de 700 oficinas y recorte de plantilla hasta 2015. La integración, que culminará a principios de mayo, permitirá al Santander un ahorro de costes de 520 millones. Con esta reorganización, el grupo pretende posicionarse y prepararse para ganar cuota de mercado tanto en depósitos como en créditos. El objetivo es elevar 3 puntos porcentuales de cuota de negocio en nuestro país hasta 2015. De momento, ha iniciado un plan para que este ejercicio el banco conceda 10.000 millones de euros en préstamos a pymes y autonónomos, según anunció el consejero delegado, Alfredo Sáenz. Sobre la situación del Santander sostuvo que se encuentra en una posición "más sólida" y reafirmó que en 2013 conseguirá "un fuerte aumento de los resultados" tras el esfuerzo de saneamiento inmobiliario para cumplir con las provisiones impuestas por el ministro Luis de Guindos. En 2012 obtuvo unas ganancias de 2.205 millones, un 59 por ciento menos que en 2011. Sin el lastre del ladrillo, la entidad competirá en un mercado español aún complicado. El grupo, según indicó el presidente, está estudiando la posibilidad de que el banco abra las oficinas algún día de la semana por la tarde, como ya lo hace alguna entidad. A principios de la crisis, la mayor parte del sector decidió abrir las sucursales únicamente por las mañanas con el fin de ahorrar costes. Paralización de desahucios Entre las prioridades del Santander, además de crédito y mejorar el negocio, también se encuentra la gestión de los impagos y las soluciones de las familias que pueden hacer frente al pago de la hipoteca. El presidente del grupo indicó que desde noviembre el banco no ha hecho ningún desahucio, momento en que el Gobierno y el sector pactaron la paralización de todos lanzamientos para hogares con riesgo de exclusión social. Botín presumió de los ratios de solvencia del banco, que están por encima de los requerimientos que exige la nueva normativa, que se está anticipando por las exigencias del mercado. El dividendo se mantiene El Santander cumple a día de hoy con el 8 por ciento que le pide el Comité de Basilea para principios de 2014, incluyendo el reparto de dividendo de 2013, que se mantiene en 0,6 euros por acción y que se pagará, como en los últimos cuatro ejercicios, en títulos o en efectivo. A este respecto, el presidente destacó que el banco "mantiene por quinto año la retribucción a los accionistas". El banquero también aprovechó la junta de accionistas para hacer referencia por primera vez a su salario y al de su número dos, adelantándose, como en otras ocasiones, a la normativa que prepara el Gobierno en el marco de las propuestas europeas. Los salarios de la cúpula de las empresas cotizadas deberán ser aprobadas de manera individual por los accionistas de manera consultiva. Botín hizo gala de "la política de transparencia en materia de remuneraciones". Dijo que, tanto su salario variable como el de su consejero delegado, a petición de ambos, se redujeron en 2012 un 50 por ciento.