El beneficio subiría un 15,5 por ciento sin los 220 millones que le pagó la eléctrica al repartir las plusvalías de AunaMADRID. El pasado 3 de julio marca un antes y un después en los resultados de Caja Madrid. Endesa, participada al 10 por ciento por la entidad madrileña, abonaba ese día un dividendo extra de 2,095 euros. El prometido a los accionistas como reparto de los 1.100 millones de euros brutos cosechados en plusvalías al salir del capital de Auna. Que la eléctrica utilizase ese pago en un intento de repeler la opa de Gas Natural -al reducir el dinero en caja, obligaba a la gasista a bajar la oferta y hacerla menos atractiva-, ha venido bien a las cuentas. Inyecta a la caja 220 millones de euros en dividendos, muy por encima de los 46 millones que cobró de la eléctrica un año antes.Da crédito con el dividendoEl impacto es inmediato: Caja Madrid logró un beneficio neto atribuido de 715,81 millones entre enero y junio, un 45 por ciento superior al logrado en la primera parte de 2005. Sin dividendos de Endesa, el aumento se limita al 15,5 por ciento, admitieron ayer fuentes de la caja. Y si, en este juego de quitar capas a las cuentas se deduce además el dinero gastado por la entidad para subir su propiedad en la eléctrica hasta el 10 por ciento, la progresión ronda el 13 por ciento.Pero hay más. Caja Madrid aprovechó el ingreso excepcional para financiar más. "Si no hubiésemos tenido los dividendos, no hubiésemos podido crecer tanto en créditos", reconoció. Y los créditos son uno de los motores del resultado. La cartera con clientes subió un 31,5 por ciento, pese a que las hipotecas comienzan a desacelerar. Si hasta marzo los préstamos otorgados para comprar vivienda subían un 35,6 por ciento, el repunte se limita al 34,5 a finales de junio. A la inversa, la financiación para empresa, que crecía al 22,3 por ciento acelera hasta el 24,1 tres meses después. Un efecto negativo de esta estrategia es que tuvo que alimentar un 157,8 por ciento más las provisiones que exige el Banco de España sólo por dar dinero -metió 258,1 millones-. Con el mullido colchón, la caja tiene 248,9 euros en el cajón por cada euro contabilizado como moroso -277 euros, con hipotecas-. ¿Y cuál es la calidad de la cartera? Un 0,66 por ciento del valor prestado es de dudoso cobro - el 0,54 por ciento doce meses antes-. Y es que la caja ha visto casi duplicarse estos activos, al provisionar los 220 millones que prestó al Parque Warner por las dificultades que presentaba para devolver el dinero. Por la parte de la captación de recursos, el ahorro gestionado de clientes aumentó un 19,7 por ciento, con aumentos en fondos de inversión (+4,3 por ciento), pensiones (+11,8 por ciento), cuentas corrientes (captó un 37,8 por ciento más de dinero) ó de ahorro (+4,6 por ciento). Otro soporte de la mejora del resultado: los gastos. Caja Madrid logró mantenerlos a raya. Y, a más ingresos, mejor eficiencia si los costes no crecen. El grupo consumía en junio 31 euros de cada 100 ingresados -38,6 euros un año antes-. Sin Endesa el ratio es 35,5 por ciento.