Global Exhange pone una pica en Argentina. La empresa salmantina de cambio de divisas ha logrado sortear el veto de Cristina Fernández de Kirchner y volverá a operar en el país andino. Después de tres meses de intensas negociaciones desde que el Banco Central Argentino ordenase a la compañía el cierre fulminante de las 11 oficinas de cambio de divisas que poseía, la familia Alanís ha logrado un acuerdo para la apertura de 22 nuevos establecimientos. Las nuevas oficinas estarán en las ciudades de Buenos Aires, Mendoza, Bariloche, Calafate e Iguazú, aunque Global Exchange no podrá seguir ejerciendo su actividad en los aeropuertos. Isidoro Alanis, presidente de la compañía, ha mostrado su satisfacción por un acuerdo que, aunque supondrá comenzar "desde cero", permitirá a la empresa volver a operar en el país en el que iniciaron la internacionalización hace 11 años. La puesta en marcha de las nuevas oficinas exigirá una inversión de un millón de euros, que se suma a las pérdidas de 600.000 euros que han acumulado por el cierre de actividad.