Un frente común, una barrera de contención, un antídoto contra el universo Slim, cada vez con más tentáculos y poder de alcance, esto es lo que parece buscar Televisa al apuntar a Telefónica como socio para frenar las ansias expansionistas del magnate mexicano. Y es que la próxima aventura del segundo hombre más acaudalado del orbe -hace un año era el primero- pasa por comenzar a ofrecer servicios de televisión sobre Internet en México, a través de la operadora Telmex, compañía de su propiedad. La andadura comercial se producirá el próximo mes de julio, hecho que ha provocado que en Televisa, el mayor grupo audiovisual mexicano, hayan comenzado a apuntalar las ventanas con maderos, a alimentar bien el polvorín y preparar las trincheras para la batalla. De momento, nada claro El primer paso antes del inicio de cualquier hecho beligerante es el pavoneo, el ejercicio casi obligado de sacar pecho más allá de lo físicamente posible para aparentar ser más alto y fuerte que el rival. Paralelamente a este primer paso suele ir unida una declaración en la que se ponen sobre la mesa los aliados con los que se cuenta para el combate, o aquellos con los que se podrá contar en el futuro. En este sentido Televisa, con Azcárraga a la cabeza, parece haber comenzado a mover ficha en un tablero de ajedrez que teñirá de blanco y negro el continente sudamericano. El presidente del grupo audiovisual ha enseñado los colmillos a Slim al anunciar que tienen en el punto de mira a Telefónica para llegar a un pacto con el operador español que reforzaría la situación de Televisa en México, de cara a la entrada de Telmex. Lejos de lo que pueda o no ser cierto, desde Telefónica no se ve demasiado claro el tema y a día de hoy, de hecho, se dice que no hay nada tangible, si bien no se sabe lo que podría suceder dentro de unos meses... o años. Slim podría devolver el golpe El contraataque de Carlos Slim podría girar en torno a su aireada amistad con Felipe González, y en todos los medios de comunicación afines que, como satélites en perfecta órbita, rodean la cintura del ex presidente del Gobierno, creando un cinturón inexpugnable a su alrededor. A saber: su afinidad extrema con el Grupo Prisa, uno de los imperios mediáticos más potentes -o quizás el más potente- del panorama español. Hay quien dice que precisamente Felipe González podría estar desenrrollado y extendiendo la alfombra roja, y Juan Luis Cebrián esparciendo pétalos de rosa para que Carlos Slim entre en Prisa por la puerta grande. Puede parecer descabellado, sobre todo porque donde realmente se encuentra el mercado de hispanohablantes, refiriéndonos siempre al potencial en cuanto a número de clientes, es en Sudamérica. Por ello, en un principio, la entrada de Slim en el Grupo Prisa parecería no tener sentido. Pero lo que realmente le interesa al multimillonario es estar donde se generan las estrategias de abordaje del continente que le vio nacer, y en ese caso don Carlos, que por algo está donde está, sabe que es importante contar con un buen periscopio en España. Globalización empresarial De momento no parece que vaya a haber movimientos a corto plazo en torno a la primera de las ideas expuestas (la alianza de Televisa con Telefónica), aunque a largo plazo no parecería ser algo descabellado, toda vez que el operador global sólo ofrece servicios de televisión en España -a través de Imagenio- y su expansión natural sería Sudamérica. Sírvase como ejemplo para ratificar lo anterior el desarrollo de otro de sus negocios, el de la telefonía móvil, que comenzó como algo de carácter local y acabó por saltar el charco. Un escenario, en conjunto, que habla por sí solo de lo que supone la acuñación del término globalización en el mundo de los negocios. Aquellos bien establecidos en España quieren extender el brazo hasta tocar Hispanoamérica y, paralelamente, quienes de una u otra forma disfrutan de la misma situación en Sudamérica, quieren realizar el proceso a la inversa y conquistar territorio español. Si Pancho Villa levantara la cabeza...