Donaciano Dujo encara su cuarto mandato al frente de Asaja Castilla y León. Con la claridad que suele acompañar a los hombres de campo reclama precios justos para agricultores y ganaderos, a la vez que advierte a la agroindustria del riesgo que corre "al aliarse" con la distribución en vez de con los productores. "Si nosotros desaparecemos en Navidad, ellos no llegan a Semana Santa", dice. ¿Cómo está afectando la crisis al sector? De una triple manera. Primero porque reduce el consumo. Además, hay eslabones de la cadena alimentaria que bajan los precios pero no a costa de su margen sino del de agricultores y ganaderos. Y también nos afecta a efecto presupuestario. Estamos en negociaciones de la reforma de la PAC y el gran debate es el presupuesto. El presupuesto del Ministerio ha pasado de 2010 a 2013 de más de 4.000 millones a 1.600. El de la Consejería no tiene color con lo que tendría que ser. Hay sin embargo, algo positivo. Durante todos estos años de bonanza mucho hijos de agricultores y ganaderos se han ido a la construcción. Eso se ha cortado y están volviendo al campo. ¿Qué papel debe jugar la agroindustria para salir de la crisis? La agroindustria pasa por un buen momento y debe ser el motor de esta Comunidad. Junto al sector primario, aporta el 25 por ciento del PIB y del empleo. Pero hay dos problemas. La agroindustria se ha unido siempre mucho más con la distribución que con el sector productor. Y eso tiene mucho riesgo. Si los ganaderos se arruinan en Navidades, la agroindustria no llega a Semana Santa. Si aquí no hay leche, que se olviden de que las cadenas de distribución la van a traer de Francia para envasarla aquí. La van a traer envasada directamente y sobrarán ellas al día siguiente que nosotros. Y luego la industria de transformación tiene que presionar junto con agricultores y ganaderos para que lo nuestro se exporte. Se está perdiendo la baza importantísima del turismo. Entran 40 millones de extranjeros y no hay un solo turista que no le guste lo que come. Hay que analizar de dónde es esta gente, para que cuando marchen, tengan estos productos a la puerta de su casa. ¿Está tratando la Junta al sector como se merece? No. Parece mentira que la consejera de Hacienda o el presidente de la Junta hablen de que somos un sector estratégico pero al hacer los presupuestos nos han dado la espalda. Si la Junta no pone un euro en desarrollo rural, no viene otro euro de Madrid ni otro de Bruselas. Y tampoco pone el agricultor otros cinco. Por un euro que deje de poner la Junta se pierden 10. ¿Abusa la industria y la distribución del sector primario? Si. Están robando el trabajo, el esfuerzo y el dinero al sector productor. Y lo hacen cuándo y cómo le da la gana. Sólo queremos unos céntimos más porque con el volumen que movemos marcan la diferencia entre vivir dignamente o arruinarnos. En el tema de la leche a 0,32 céntimos nos estamos arruinando. A 0,38 ganamos dinero. ¿Qué significan seis céntimos de euros? Para el consumidor nada, ni para los intermediarios, bien sea la industria bien la distribución, que perfectamente pueden ajustar sus márgenes y vivir todos dignamente. Además no puede ser que haya leche a 0,50 a 0,80 y a 1,30. Si todo es leche y todo tiene que cumplir la normativa, algo está ocurriendo. Y en este tema, las administraciones y el Tribunal de la Competencia han sido sus palmeros. Es urgente que la ley de márgenes comerciales vea la luz cuanto antes y ponga a cada uno en su sitio. ¿Los contratos con la industria serán suficiente? Cuando la situación es muy difícil con una medida no se puede solucionar todo. Los contratos en todo el sector agrario son buenos. El que yo a través de un papel sepa al vender un producto a cómo lo voy a cobrar y cuándo es bueno. Pero para poder hacer un contrato y tener fuerza para obtener un precio justo tengo que tener mucho volumen y eso pasa por la agrupación de productores. ¿Qué se juega Castilla y León y España en este modelo de la PAC? La asignación económica no puede ser menor que los 5.700 millones actuales. La reforma tiene que sustentarse en tres pilares. Primero, que sirva para producir alimentos. Tenemos 500 millones de habitantes y no puede ser que dependamos de las importaciones. Además los fondos tienen que destinarse a los verdaderos profesionales. No se pueden distribuir de forma aleatoria al que no produce y, sobre todo, los fondos para desarrollo rural (mejoras de infraestructuras, ceses anticipados) debe ser únicamente para los agricultores que están cotizando. Europa no puede tratar peor a los suyos que a los de fuera Si a nosotros se nos exige condiciones de seguridad animal o garantía sanitaria también a ellos. El ejemplo más claro es el de los transgénicos, aquí prohibidos pero que se importan de fuera. Cañete quiere cambiar la normativa del ibérico, algo perjudicial para Castilla y León… El ministro se ha equivocado. Si quería cambiar las normas tenía que haberlo consensuado con Castilla y León, que produce el 80 por ciento. Si el ministro pone en marcha lo que inicialmente pretendía acaba con el 50 por ciento del porcino ibérico de la región. El problema del ibérico es que aprovechando la bonanza de otros sectores hubo especulación que favoreció la aparición de macrogranjas que han doblado la oferta y en momentos de crisis no hay demanda y se cae el precio.