El director del banco británico dice que sería "desproporcionado e inconsistente"El director ejecutivo de Standard Chartered, Peter Sands, ha rechazado las acusaciones del regulador de Nueva York y asegura que "no hay base" para revocarles la licencia para operar en EEUU. El banco británico ha caído un 15 por ciento en la Bolsa de Londres después de que el director del Departamento de Servicios Financieros (DFS) de Nueva York, Benjamin Lawsky, amenazara con quitar al banco la licencia para operar en este Estado, alegando que realizó transacciones por valor de 250.000 millones de dólares (más de 200.000 millones de euros) con bancos iraníes sujetos a sanciones por parte del Gobierno de EEUU. "Rechazamos la postura y la presentación de los hechos del Departamento de Servicios Financieros", dijo Sands en una teleconferencia con periodistas, en los que son sus primeros comentarios desde que el regulador publicara el informe el 6 de agosto. "Sería desproporcionado y totalmente inconsistente con las acciones de las autoridades de EEUU en otros casos de sanciones", añadió. La disputa se está convirtiendo en un asunto político. El alcalde de Londres, Boris Johnson, acusó a Nueva York de intentar dañar a Londres, ciudad con la que compite como centro financiero; mientras, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, criticó al regulador neoyorquino por no coordinarse con sus homólogos británicos. La pérdida de la licencia , en cualquier caso, podría acarrear pérdidas de hasta un 40 por ciento de los ingresos de Standard Chartered, según los cálculos de Chirantan Barua, analista de Sanford Bernstein Research. Institución 'canalla' El informe de DFS llega a decir que la entidad opera como una "institución canalla" y que con sus "maquinaciones" ha expuesto al país a los terroristas, traficantes de drogas y a los países corruptos. El director ejecutivo del banco dice que las acusaciones han sido "muy dañinas" para la imagen del banco, y aseguró que ninguna de las transacciones revisadas estaba vinculadas a organizaciones terroristas. "Hay muchos asuntos en ese informe que francamente o no reconocemos o no entendemos o son hechos inexactos", dijo Sands. El banco ha consultado con abogados que le han aconsejado que puede haber un caso por daño a la reputación, según informa hoy el Financial Times, citando a dos fuentes que no identifica. "Es muy difícil saber si Standard Chartered cree que pueden tener un caso sin conocer los detalles, pero creo que es extremadamente complicado enfrentarse a los reguladores de EEUU y ganar", dice Tom Hibbert, director del grupo de litigios bancarios RPC de la City de Londres. Por el momento, Standard Chartered está negociando pagar 700 millones de dólares, 570 millones de euros, para resolver las alegaciones de lavado de dinero. "La orden que recibimos del DFS llegó totalmente por sorpresa", dijo Sands en la conferencia. "La sorpresa estuvo en la forma en la que se hizo el anuncio y en que DFS lo hiciera por su cuenta y sin avisarnos previamente. La resolución de este tipo de asuntos normalmente se hace a través de la acción coordinada de las distintas agencias", apostilló. El gobernador del banco criticó el informe de Lawsky, en una rueda de prensa, por varios motivos, diciendo además que las autoridades del Reino Unido "piden que las instituciones reguladoras que investigan un caso en particular intenten actuar juntas".