Se trata de un impuesto similar al IRPF que se pagará en relación a los ingresos o los beneficiosUnesa culpa a la burbuja de la energía solar y a los Gobierno anteriores del déficit de tarifaLa reforma energética está a la vuelta de la esquina y las eléctricas no quieren perder terreno ante las patronales de renovables. Para ello, han lanzado una ofensiva en toda regla en Bruselas con la intención de frenar la tasa que el Gobierno español quiere imponer a la generación eléctrica, una medida que supondría un importante impacto en sus cuentas, principalmente, en las nucleares e hidráulicas después de que la Comisión Europea las considerase ya amortizadas en un documento de trabajo que elaboró para el Plan de reformas y el programa de estabilidad de España en 2012. Las cartas están ya sobre la mesa y el Gobierno aprobará, previsiblemente, esta próxima semana sus medidas después de varios aplazamientos. Si no hay nada que lo cambie, en la presumible Ley de reformas -en esta ocasión se evitarían los decretos para evitar los recursos- se incluirá una tasa a la generación que penaliza notablemente a la nuclear y la hidráulica. La duda ahora es si se cargará sobre los ingresos o sobre los beneficios de las centrales. La intención que baraja el Gobierno es que sea un impuesto progresivo de forma que paguen más, los que más ganen o ingresen, pero el matiz es importante. Misión a Bruselas Ante la inminencia de este golpe, el presidente de Unesa, Eduardo Montes, acompañado de los directores de regulación de las tres principales empresas del sector, se reunieron con el director general de Energía de la Comisión Europea, Philip Lowe, con Carlos Martínez Mongay, jefe del Gabinete del vicepresidente de la Comisión y comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, para presentarles un documento sobre su visión del déficit de tarifa y la política energética, así como con la intención de mostrarles la inconsistencia de los argumentos planteados en el polémico documento de trabajo. Para ello, las eléctricas han preparado un informe -al que tuvo acceso elEconomista- que se entregó a los representantes de la Comisión y en el que se explica que no existen los llamados 'windfall profits' porque los retornos logrados de las plantas nucleaers e hidráulicas están por debajo del WACC (promedio ponderado del coste de capital), porque estas plantas operan en un régimen de mercado y porque indican que están muy lejos de ser amortizadas. En el caso de las nucleares, la patronal asegura que les quedan todavía 13 años de vida de diseño y que su valor neto en libros asciende a 6.956 millones y la hidráulica tiene una vida de 25 años y una valor neto de 6.828 millones. Las eléctricas añaden que el español es uno de los mercados más eficientes, puesto que desde la liberalización en 1998, el número de agentes ha pasado de cuatro a más de diez y los precios resultantes en comparación con el resto de mercados están en la banda baja, pese a la falta de interconexión. Los 'embajadores' eléctricos apuntan a otros responsables para justificar el llamado déficit de tarifa: las energías renovables. Las eléctricas explican que las primas a las renovables y las anualidades del déficit se han multiplicado por cinco en el periodo de 2006 a 2010. Añaden que el apoyo a las energías limpias se ha incrementado un 473 por ciento desde 2005 a 2010 porque la cantidad destinada a este concepto ha subido de los 1.246 millones a los 7.134 millones. El pago del déficit ha subido tambien un 707 por ciento puesto que ya han pasado de compensarse 227 millones a 1.883 millones en esos cinco años. Del mismo modo reconocen que la cantidad destinada a la distribución crece un 36 por ciento y la del transporte un 52 por ciento y que los costes de la tarifa de acceso ha subido un 58 por ciento al pasar de 31,9 euros/ MWh a los 50,3 registrados en 2010. Unesa explica que la cantidad de dinero público y privado destinado a fomentar la energía solar no ha contribuido al desarrollo de la industria y recuerdan que no se puede justificar como una política industrial porque la Unión Europea apenas tiene un solo fabricante lider en fotovoltaica, los demás provienen de China, Japón y Taiwán. Unesa asegura además que de haberse instalado en 2011 la capacidad que se puso en 2008 hubiese supuesto un ahorro de 35.000 millones de euros y añaden además que la capacidad en construcción de termsolar supondrá un coste añadido de 2.000 millones al año. España tenía en 2011 una capacidad instalada de 36.228 MW en renovables y otros 5.839 MW en el registro de preasignación, que no están afectados por la moratoria. Asimismo, se han trasladado a las autoridades comunitarias las recientes sentencias dictadas por el Tribunal Supremo que desestiman las pretensiones del sector fotovoltaico.