El FMI también aboga por el cierre de bancos para no contagiar al sectorEspaña se resiste a liquidar las entidades problemáticas que son inviables. Tanto el Gobierno como el regulador, a través del Frob, sostienen que esta medida no se contempla como posibilidad. Pero el Europa le enmienda la plana, al igual que el FMI. Ambas instituciones participarán en la vigilancia del proceso de rescate al sector con ayudas de Bruselas. Tanto el vicepresidente de la CE, Joaquín Almunia, como el portavoz comunitario de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, insistieron ayer en que nuestro país tiene que disolver aquellas entidades que no sean viables, después del revuelo político y sectorial de los últimos días sobre el futuro de CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco de Valencia. El FMI se manifestó ayer por primera vez en esa dirección y exigió al Gobierno que distinga entre bancos que resistirán la crisis sin ayudas, aquellos que son viables que necesitan fondos públicos y, por último, los inviables, con el claro objetivo de que éstos últimos desaparezcan para no contaminar al conjunto del sistema. El objetivo tanto de Bruselas como del Fondo Monetario es evitar el despilfarro del dinero para proyectos cuyo futuro es incierto. El portavoz comunitario recordó, en una entrevista en Gestiona Radio, que el préstamo de hasta 100.000 millones para España "no es un cheque el blanco" y que la "única opción razonable en último extremo" para algunas entidades de nuestro país es la liquidación, porque lo primero que hay que hacer analizar la situación concreta de cada una y no inyectar recursos en las que hayan cometido errores en el pasado. Estas palabras se producen dos días después de que Almunia apuntara en esta dirección y aconsejara el cierre de una de las cajas nacionalizadas. El vicepresidente se reafirmó ayer después de mantener un encuentro con el presidente Mariano Rajoy. El mensaje había acarreado una cascada de críticas a su actuación por parte del PP, incluida la petición de dimisión a Almunia por el daño que estaba ocasionando a nuestro país y la intranquilidad de los clientes de las entidades afectadas. El FMI fue más allá que los responsables comunitarios y urgió, en su informe sobre España, a que cree un instrumento para culminar la reestructuración y permitir la disolución de entidades. A día de hoy no hay una guía para hacer efectivo el concurso de acreedores de un banco. Hasta ahora, la fórmula elegida era la recapitalización y posterior venta en bloque de los activos de una entidad, bien intervenida bien nacionalizada. Además, el organismo internacional apremió al Ejecutivo a cuantificar el volumen de las necesidades del sector y el dinero público que destinará para su saneamiento. El próximo lunes pretende conocer las conclusiones de los informes elaborados por las consultoras Oliver Wyman y Ronald Berger.