El presidente de la República creará un gabinete provisional con altos cargos de las institucionesCrear un Gobierno de unidad en Grecia se ha convertido en una misión imposible. Los dirigentes griegos no llegaron ayer a un acuerdo, la propuesta de formar un Ejecutivo de personalidades cayó en el vacío y como solución el país heleno volverá a acudir a las urnas en junio, probablemente el día 17, aunque la fecha está aún por confirmar. El presidente de la República, Károlos Papulias, reunió ayer a los líderes de cinco de los siete partidos parlamentarios, a excepción del partido comunista KKE, que no quiso asistir, y del partido neonazi Amanecer Dorado, que no fue invitado. No obstante, el debate chocó contra el muro de la intransigencia. Tras el naufragio de la negociación, Papulias instruirá a uno de los tres altos cargos de las altas instituciones helenas para formar el Gobierno provisional que conducira al país a elecciones. Eleni Asimakopoulou, presidenta del Tribunal Supremo, Ioannis Karavokiris, del Tribunal de Cuentas, y Panayiotis Pikramenos, del Consejo de Estado, son los tres candidatos para el puesto del primer ministro provisional. Papulias dejó claro a los participantes en la reunión que ésta sería la última oportunidad para sacar al país del punto muerto, ya que un Gobierno de tecnócratas y de personajes de reconocido prestigio podía llevar Grecia adelante. No obstante, el consenso se rompió por el conflicto de posturas entre Venizelos y Tsipras por un lado, y entre Samarás y Kamenos por otro. El dirigente de la Coalición de Izquierda Radical, Alexis Tsipras, criticó a Evángelos Venizelos, del Pasók, por el pago de 435 millones de euros que venció ayer, mientras que el exministro de Finanzas le contestó que Tsipras no está de acuerdo ni siquiera con su propio mentor, el exlíder de Sýriza Alekos Alavanos. Sin embargo, Venizelos fue el único que apoyó la propuesta de un Gobierno de tecnócratas, subrayando que éste debería gozar del mayor apoyo parlamentario posible, y por lo menos de Nueva Democracia, Pasók, Izquierda Democrática y Coalición de Izquierda Radical. El dirigente de ID, Fotis Kuvelis, se mostró sólidamente opuesto a esta opción, indicando en su discurso que eso significaría la "prueba del fracaso de la política". Kuvelis, por su parte, volvió a presentar su propia propuesta de un gobierno con la participación de todas las fuerzas europeistas, una posibilidad que ya fue rechazada por los demás durante la semana pasada. Antonis Samarás, el líder del conservador Nueva Democracia, destacó que por culpa de una inexplicable intransigencia de CIR Grecia se somete en una crisis aún más profunda. "En las nuevas elecciones se enfrentarán las creativas fuerzas liberales por un lado, y el populismo de izquierdas por el otro", dijo Samarás, quien ya pone en marcha su iniciativa de concitar a todas la fuerzas neoliberales en Grecia y formar un frente común. Hay que tener en cuenta que los partidos de ND y de Griegos Independientes, ambos de ideologia liberal, sumaron unos 134 escaños en las elecciones de 6 de mayo (de un total de 300), cosa que no les permite colaborar entre sí para formar Gobierno, a no ser que aumenten sus porcentajes. Miembros de ND ya están en contacto con Yorgos Karatzaferis, el dirigente del partido Laos, que consiguió un 2,8 por ciento en las elecciones, sin lograr entrar en el parlamento. También se habla de una posible vuelta a ND de Dora Bakoyianni, hija del fundador del partido y presidente emérito de ND, Konstantinos Mitsotakis. Bakoyianni también se quedó fuera del parlamento, logrando un 2,6 por ciento de los votos del electorado. Por otro lado, Alexis Tsipras, de CIR, reiteró que hizo todo lo posible para crear un gobierno que respetaría el veredicto popular, sosteniendo que el dilema de Samarás y Venizelos de "memorandum o elecciones" es inacceptable. Es cierto que si se confirman las encuestas, las urnas de junio destacarán la coalición de Tsipras como primera fuerza parlamentaria. Aun así, formar un gobierno sólo de izquierdas en Grecia parece casi imposible. CIR, el comunista KKE y el partido de ID suman hoy 107 diputados; si CIR gana las nuevas elecciones, con el bono de los 50 escaños que se otorga al primer partido, esta coalición sumaría 157 escaños, suponiendo que los porcentajes de KKE y ID no cambian. Aunque se superaría el límite mínimo de 151 necesarios, la brecha entre CIR y KKE es tan amplia, que la coexistencia de los dos en un gobierno parece ser escenario de ciencia ficción. La fecha de las elecciones de junio todavía no se ha concretado. Sin embargo, los analistas en Grecia subrayan que el día siguiente de las elecciones no será muy distinto al 7 de mayo: la necesidad de colaborar para crear Gobierno será igual de crítica, con la diferencia que Grecia habrá perdido un mes más.