Reclama que las fusiones terminen antes del verano ante los riesgos del sistemaEl presidente del Santander, Emilio Botín, lanzó ayer distintos mensajes al Gobierno. En pleno debate sobre quién debe financiar las ayudas a las entidades débiles en los procesos de fusiones, el banquero recordó al Ministerio de Economía que los bancos "estamos realizando un esfuerzo excepcional y sin precedentes en Europa para hacer frente a los problemas de algunas cajas de ahorros". Con estas palabras, Botín hacía pública su posición de rechazo a que sean los grupos fuertes, a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), quiénes se hagan cargo del saneamiento de las que tienen que ser absorbidas, y que sea el Estado quien asuma el coste. En las últimas semanas, el sector y el Ejecutivo están en una batalla por este motivo, ya que por un lado el FGD se ha quedado prácticamente sin recursos y obligaría a aportar derramas especiales y, por otro, el Gobierno no puede pagar la factura por las consecuencias sobre el déficit. Nuevas contribuciones al FGD afectarían a los resultados del sector. Esta situación de bloqueo ha llevado a los expertos a considerar la posibilidad de que España tenga que acudir al fondo de rescate europeo para obtener financiación suficiente para limpiar los balances de las entidades, operación que de momento ha sido rechazada por el Gobierno. El segundo mensaje que quiso trasladar es la necesidad de una mayor celeridad en el proceso de fusiones ante el riesgo aún existente en el sistema y el bloqueo en las subastas por la falta de dinero. Botín sostuvo que es "muy importante" que antes del verano esté resuelto el nuevo mapa bancario para que se restablezca el flujo del crédito hacia la economía, "con menos jugadores más sólidos y eficientes". Y el tercer mensaje que lanzó es que el Santander sólo participará en el proceso de integraciones si la operación "aporta valor para los accionistas" "Lo que tenemos claro es que no nos interesa crecer por crecer", indicó. El banco ha permanecido al margen del proceso hasta ahora, a pesar de haber analizado las subastas de CAM y Unnim. En los próximos meses analizará CatalunyaCaixa, Banco de Valencia y Novagalicia, que están nacionalizadas y serán vendidas en puja pública. España hace los deberes Pero estas ideas también se mezclaron con una aprobación al conjunto de medidas adoptadas por el Ejecutivo para restablecer la confianza. En este sentido manifestó, durante su intervención en la junta de accionistas, no estar de acuerdo, "en absoluto", con la opinión negativa sobre España que se está difundiendo en foros e instancias internacionales. "España está haciendo los deberes, en muy poco tiempo, apenas tres meses, el Gobierno ha realizado con gran determinación reformas de profundo calado, medidas sin precedentes en dos ámbitos fundamentales, el laboral y el financiero". Por ello se mostró esperanzado una vez que se asiente en el tiempo y manifestó que no cabe duda de que las medidas "están sentando las bases para una recuperación sostenible y equilibrada de la economía y el empleo". Ante este panorama, Botín aseguró que el Santander cuenta con las palancas necesarias para salir reforzado y que España va a ser "la gran sorpresa" en los próximos años en cuanto a su aportación a los resultados del grupo. La entidad prevé conseguir en 2014 más de 2.000 millones en su filial nacional que el año pasado.