La entidad necesita una integración para poder sobrevivirBanca Cívica tiene hasta "tres líneas abiertas" de negociaciones y conversaciones con otras entidades financieras para procurar una integración y cumplir así con la segunda fase de reestructuración necesaria del sistema financiero, según indicaron a Europa Press fuentes próximas a la operación, quienes apuntan que la entidad "está viendo y analizando números internos" con vistas a que, "en el caso de que se cerrara alguna operación tener los datos preparados". Estas declaraciones se producen después de que elEconomista publicara que el grupo admite en privado que no podrá cumplir con la nueva norma de provisiones y que tendrá que ser absorbida por otro grupo. Fuentes del sector conocedoras del caso precisaron que Banca Cívica "como otras entidades del sector" está "viendo observando y mirando las oportunidades que se están produciendo en esta segunda ronda de fusiones". Entre las conversaciones que han mantenido se encuentran Kutxabank, Ibercaja, Caixabank y Unicaja. Esta semana, la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, afirmó que una posible fusión de Banca Cívica y La Caixa es "una opción" que las entidades financieras "están valorando, al igual que otras muchas". Banca Cívica necesita más de 2.000 millones de euros para hacer frente a los requerimientos de dotaciones para sanear su balance. La entidad asegura que ha cargado contra el patrimonio de 2011 unos 500 millones. Este mes sus copresidentes, Enrique Goñi y Antonio Pulido, aseguraron que una de las vías era la venta de una parte de su cartera industrial para cumplir con la normativa. En concreto, precisaron que podría ingresar 400 millones por estas operaciones de desinversión. Si bien, las plusvalías latentes por todas sus participadas asciendes a sólo 200 millones, una cantidad que es insuficiente.