Pese a la volatilidad, España ha despertado el interés de los fondos internacionales aunque todavía "está muy cara"Pese a la volatilidad, España ha despertado el interés de los fondos internacionales aunque todavía "está muy cara"Pese a la volatilidad, España ha despertado el interés de los fondos internacionales aunque todavía "está muy cara"madrid. "El sector del capital riesgo no es ajeno a las incertidumbres. Todavía estamos muy lejos de las cifras de los años boom y tardaremos mucho tiempo en volver a ver esos números", asegura Manuel Toledano, socio Área Capital Riesgo, Fusiones y Adquisiciones de Baker & McKenzei. Una afirmación que está en línea con los últimos datos presentados por la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (Ascri) durante la celebración en Madrid de la 12 edición del CapCorp. Hasta septiembre las inversiones en capital riesgo alcanzaron los 2.204 millones de euros, un 24 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando se inició la recuperación en el sector. La falta de financiación y la crisis de deuda pública que sacudió España este verano están detrás de la congestión inversora puesto que, pese a que en los seis primeros meses la actividad creció un 66 por ciento, en el tercer trimestre apenas se cerraron operaciones por 264 millones de euros frente a los 1.727 millones registrados de julio a septiembre del ejercicio precedente. "España se ha convertido en un país muy atractivo para los fondos internacionales, pero el sector está en un momento muy bipolar tanto para invertir como para desinvertir. Ahora sólo interesan los buenos productos mientras que los que tienen menos recorrido no se llegan a vender" explicó Toledano. ¿Cuál es el problema entonces? "España todavía está muy caro", asegura Gerald Corbae, de Alvarez & Marsal. "Lo difícil es encontrar una valoración razonable y ver como se traslada eso al precio", sentenció Manuel Toledano en una entrevista con elEconomista. En cuanto al número de operaciones también se ha registrado un leve descenso del 4,4 por ciento con respecto de 2010.madrid. "El sector del capital riesgo no es ajeno a las incertidumbres. Todavía estamos muy lejos de las cifras de los años boom y tardaremos mucho tiempo en volver a ver esos números", asegura Manuel Toledano, socio Área Capital Riesgo, Fusiones y Adquisiciones de Baker & McKenzei. Una afirmación que está en línea con los últimos datos presentados por la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (Ascri) durante la celebración en Madrid de la 12 edición del CapCorp. Hasta septiembre las inversiones en capital riesgo alcanzaron los 2.204 millones de euros, un 24 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando se inició la recuperación en el sector. La falta de financiación y la crisis de deuda pública que sacudió España este verano están detrás de la congestión inversora puesto que, pese a que en los seis primeros meses la actividad creció un 66 por ciento, en el tercer trimestre apenas se cerraron operaciones por 264 millones de euros frente a los 1.727 millones registrados de julio a septiembre del ejercicio precedente. "España se ha convertido en un país muy atractivo para los fondos internacionales, pero el sector está en un momento muy bipolar tanto para invertir como para desinvertir. Ahora sólo interesan los buenos productos mientras que los que tienen menos recorrido no se llegan a vender" explicó Toledano. ¿Cuál es el problema entonces? "España todavía está muy caro", asegura Gerald Corbae, de Alvarez & Marsal. "Lo difícil es encontrar una valoración razonable y ver como se traslada eso al precio", sentenció Manuel Toledano en una entrevista con elEconomista. En cuanto al número de operaciones también se ha registrado un leve descenso del 4,4 por ciento con respecto de 2010.madrid. "El sector del capital riesgo no es ajeno a las incertidumbres. Todavía estamos muy lejos de las cifras de los años boom y tardaremos mucho tiempo en volver a ver esos números", asegura Manuel Toledano, socio Área Capital Riesgo, Fusiones y Adquisiciones de Baker & McKenzei. Una afirmación que está en línea con los últimos datos presentados por la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (Ascri) durante la celebración en Madrid de la 12 edición del CapCorp. Hasta septiembre las inversiones en capital riesgo alcanzaron los 2.204 millones de euros, un 24 por ciento menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando se inició la recuperación en el sector. La falta de financiación y la crisis de deuda pública que sacudió España este verano están detrás de la congestión inversora puesto que, pese a que en los seis primeros meses la actividad creció un 66 por ciento, en el tercer trimestre apenas se cerraron operaciones por 264 millones de euros frente a los 1.727 millones registrados de julio a septiembre del ejercicio precedente. "España se ha convertido en un país muy atractivo para los fondos internacionales, pero el sector está en un momento muy bipolar tanto para invertir como para desinvertir. Ahora sólo interesan los buenos productos mientras que los que tienen menos recorrido no se llegan a vender" explicó Toledano. ¿Cuál es el problema entonces? "España todavía está muy caro", asegura Gerald Corbae, de Alvarez & Marsal. "Lo difícil es encontrar una valoración razonable y ver como se traslada eso al precio", sentenció Manuel Toledano en una entrevista con elEconomista. En cuanto al número de operaciones también se ha registrado un leve descenso del 4,4 por ciento con respecto de 2010 y la mayoría que se han cerrado han sido inversiones inferiores al millón de euros. En los nueve primeros meses de 2011 sólo se han registrado tres grandes inversiones -Swissport (PAI), Capio (CVC) y Mivisa (Blackstone/N+1)- y juntas suponen el 50 por ciento del total. Aunque la congelación del crédito ha obligado a los fondos de capital riesgo a olvidarse de las operaciones con un 80 por ciento de apalancamiento y a empezar a realizar inversiones con el 100 por ciento del capital propio, las El número de operaciones apalancadas aumentó en los nueve primeros meses del año de 13 a 22 operaciones. La inversión media por operación se situó en torno a los 3,7 millones de euros, cuatro millones superior al de 2010.